Conozca más sobre los alimentos que ayudan a regular toda la temperatura corporal

Cuando se eleva la temperatura corporal a causa de la fiebre, ya sea por alguna infección o una inflamación, muchas personas buscan alternativas naturales que sean buenos para complementar algún tratamiento médico. La herramienta más efectiva y accesible es la alimentación, gracias a que cuentan con diferentes propiedades que pueden llegar a favorecer la termorregulación del cuerpo y ayuda a reducir la fiebre de forma suave y natural.

En primer lugar, es fundamental mantener una buena hidratación, ya que la fiebre suele venir acompañada de sudoración excesiva, lo que incrementa el riesgo de tener deshidratación. Beber agua en abundancia, así como infusiones suaves, especialmente si se habla de aquellas con propiedades antiinflamatorias como la manzanilla, la menta o el jengibre, ayudan al organismo a autorregular su temperatura. Estas infusiones no solo hidratan, sino que pueden inducir una ligera sudoración controlada que contribuye a disminuir la fiebre gradualmente.

Adicionalmente, el consumo de frutas que tengan un alto contenido de agua y antioxidantes son aliados naturales. Entre ellas se puede encontrar la sandía, el melón, las fresas, las naranjas y los arándanos que además de refrescar aportan vitaminas como la C, la encargada de reforzar el sistema inmunológico. Este tipo de alimentos, en igual medida, ayudan a reponer los electrolitos perdidos por la sudoración y a calmar el cuerpo cuando tiene malestar general.

De igual manera, las verduras frescas, especialmente las de hoja verde como espinacas o acelgas, que también cuentan con un alto contenido de agua, vitaminas y minerales, favorecen la recuperación. Estas mismas pueden ser incorporadas en caldos o sopas, que en la misma medida pueden mantener el cuerpo hidratado sin forzar el sistema digestivo.

Por otro lado, los alimentos que son bajos en grasa y fáciles de dirigir juegan un papel importante en la dieta de una persona con fiebre. Carnes magras como el pavo o el pollo, ya sean hervidos o al vapor, son una buena fuente de proteína y no sobrecargan al organismo con cosas que debe digerir. Es importante que tenga en cuenta que las comidas pesadas, con muchas grasas o procesadas, pueden llegar a aumentar la temperatura interna durante la digestión.