Más sobre el lulo: la fruta que fortalece los huesos y ayuda al sistema inmunológico
El lulo, conocido como una fruta que tiene apariencia exótica, sabor ácido y aroma intenso, y originaria de Colombia, Ecuador y Perú, está despertando un creciente interés en diferentes personas por sus propiedades nutricionales, que están cada vez más respaldadas por estudios científicos.
Uno de los principales atributos del lulo es su gran contenido de vitamina C, que es un antioxidante clave que refuerza el sistema inmunológico y favorece la absorción de hierro y actúa como una defensa natural ante las enfermedades infecciosas. Asimismo, esta fruta aporta vitamina A y varias vitaminas del complejo B, como la niacina (B3) y la piridoxina (B6), las cuales son fundamentales cuando se habla de metabolismo energético y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Frente a los beneficios estructurales que este alimento tiene, se destaca su contribución al fortalecimiento de los dientes y huesos debido a la presencia que tiene de minerales como fósforo y calcio, que son importantes para poder mantener la densidad ósea, prevenir la osteoporosis y asegurar un proceso adecuado de mineralización durante la infancia y la adolescencia.
El lulo de igual manera se caracteriza por su alto contenido en agua, pues es más de 90% de su peso. Es por ello que se convierte en un alimento con un efecto depurativo y diurético. Si se consume de manera regular, es más probable que se dé la eliminación de toxinas por medio de la orina y ayuda a mantener equilibrados los niveles de presión arterial. Por otro lado, su fibra dietética contribuye al tránsito intestinal y puede ser un gran aliado cuando se habla de estreñimiento.
Desde una mirada antioxidante, esta fruta contiene compuestos flavonoides y carotenoides que ayudan a neutralizar los radicales libres, que son los principales responsables de las enfermedades crónicas, como, por ejemplo, el cáncer y las dolencias cardiovasculares, además del envejecimiento celular.
Finalmente, en la cocina, esta fruta es bastante versátil. Aunque se utiliza tradicionalmente en jugos naturales, mermeladas y postres, también se comenzó a incorporar en salsas y platos mucho más salados, especialmente en la alta cocina latinoamericana.