El mercado del cacao se encuentra en un preocupante déficit desde hace tres años

Durante décadas, los precios bajos y la falta de inversión han caracterizado a esta industria vital para millones de pequeños agricultores en la región. Javier Blas, columnista de opinión que cubre energía y materias primas, analizó esta situación haciendo énfasis en varios puntos.

Según Blas, en una conversación en Yamoussoukro, la capital de Costa de Marfil, un funcionario gubernamental transformado en empresario expresó: "El problema con el cacao es que es un cultivo de pobres". Esta afirmación ilustra el dilema arraigado en la industria: la dependencia de millones de agricultores en la región para su subsistencia, mientras que los precios insuficientes impiden una inversión adecuada en las plantaciones.

A diferencia de otros cultivos agrícolas, el cacao ha resistido la transformación en una empresa de plantación. Para el columnista, los bajos precios históricos no justificaban la inversión en la expansión de las plantaciones, priorizando en su lugar el comercio de granos y la fabricación de chocolate. Sin embargo, esta falta de inversión ha alcanzado un punto crítico en medio de una creciente demanda global de chocolate.

Aunque la industrialización china ha impulsado los precios de las materias primas en general, el cacao ha mantenido una tendencia a la baja debido a la falta de inversión y la creciente demanda mundial.

Los principales países productores de cacao en África Occidental, liderados por Costa de Marfil, están luchando por mantenerse al día con la demanda mundial. Sin embargo, la infraestructura limitada y la falta de inversión en tecnología agrícolahan obstaculizado los esfuerzos por aumentar la producción.

Por su parte, Blas afirmó que a medida que los precios del cacao alcanzan niveles sin precedentes, las preocupaciones sobre la disponibilidad y el precio del chocolate se intensifican en todo el mundo. Los consumidores pueden enfrentarse a aumentos significativos en los precios y a una posible escasez en los estantes de los supermercados.

Blas concluyó expresando que la crisis del chocolate es un recordatorio urgente de la necesidad de abordar las inequidades en la cadena de suministro global y de invertir en las comunidades agrícolas de África Occidental. De lo contrario, el mundo corre el riesgo de perder uno de sus placeres más queridos y de profundizar las disparidades económicas en la región.