Conozca la tos de perreras y cómo esta, debido al clima, puede afectar a su mascota
La traqueobronquitis infecciosa canina, comúnmente conocida como “tos de las perreras”, es una enfermedad respiratoria que afecta a los perros, caracterizada por la inflamación de las vías respiratorias superiores, más específicamente la tráquea y los bronquios. Aunque generalmente es una afección leve y autolimitante, puede progresar si nos se tienen los cuidados pertinentes, que desencadenan complicaciones más severas, principalmente en cachorro o en perros con sistemas inmunológicos débiles.
Es importante tener cuidado, pues esta enfermedad es altamente contagiosa y se propaga rápidamente en entornos donde conviven múltiples perros, como los refugios, criaderos y parques caninos.La transmisión ocurre principalmente a través de las gotas de saliva que expulsa el perro cuando tose o estornuda, así como por el contacto directo con superficies contaminadas y climas extremadamente fríos.
Los signos de alerta más evidentes son la tos seca y persistente, que puede describirse como un sonido similar a una bocina o un graznido. En algunos casos es posible que la tos pueda ir acompañada de arcadas o náuseas, dado la impresión de que su mascota intenta expulsar algo alojado en su garganta para que no tenga nada. Otros síntomas pueden ser estornudos, secreción nasal u ocular, fiebre leve, pérdida de apetito o letargo.
Vale destacar que aunque la tos de las perreras suele ser catalogada como una enfermedad leve, en perros con sistemas inmunológicos no tan fuertes es posible que llegue a ser más grave porque puede progresar a una bronconeumonía, que es una condición complicada que requiere atención veterinaria inmediata.
En la mayoría de los casos, la tos de perreras es leve y los perros se recuperan en un periodo de una a tres semanas sin mayor intervención médica. Sin embargo, para aliviar el malestar y prevenir complicaciones se pueden tomar medidas como el reposo, ambientes humificados que ayuden a despejar las vías respiratorias y la hidratación adecuada para mantener las membranas mucosas en buen estado.
En casos de tos severa o persistente, el veterinario puede recomendar supresores de la tos o antibióticos si se sospecha de una infección bacteriana secundaria. Como recomendación adicional, es crucial evitar el uso de collares que ejercen presión sobre la tráquea que es el área afectada; en su lugar, se recomienda utilizar arneses durante los paseos y evitar que comparta con otros animales para no permitir que la infección se extienda.
La prevención de la traqueobronquitis infecciosa canina se centra en minimizar la exposición a perros infectados y en la vacunación contra esta enfermedad. Si bien estas vacunas no garantizan una protección completa pueden reducir la severidad de la enfermedad y la duración de los síntomas. Ante cualquier signo de alarma, no dude acudir a un veterinario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.