El embarazo psicológico en perras: un fenómeno poco común que requiere atención
El embarazo psicológico, o también llamado pseudogestación, es una condición frecuente en mascotas hembras que no estén esterilizadas. Lo curioso aquí es que se presentan síntomas similares a los de una gestación común y corriente, pero con la diferencia de que realmente no están embarazadas. Se estima que aproximadamente el 60% de las hembras no castradas pueden ser propensas a padecer de esto en algún punto de su vida.
Esta condición se origina por un desequilibrio hormonal, que suele presentarse alrededor de seis a ocho semanas después del celo. Al no ser fecundada la hembra, en el ciclo del estro, que es el mejor para lograr un embarazo, es posible que los niveles de progesterona disminuyan y que se dé el aumento de la prolactina, que es la hormona responsable de la producción de leche, generando así el desequilibrio hormonal.
Este cambio hormonal induce a la perra a comportarse como si estuviera gestando o hubiese tenido cachorros recientemente. Las hembras que presentan pseudogestación pueden presentar variedad de síntomas físicos visibles, por lo cual es necesario que esté atento si es el caso de su mascota.
Los síntomas físicos pueden variar y van desde el aumento y endurecimiento de las glándulas mamarias, hasta la producción de leche involuntaria, la distensión abdominal y el lamido constante de las mamas. Sin embargo, el comportamiento de su mascota es el que más le puede dar indicios de lo que está sucediendo. Si es el caso de un embarazo psicológico, posiblemente su mascota empiece a actuar de manera maternal, construyendo nidos, adoptando objetos inanimados, tratándolos como si fueran cachorros.
Los cambios en el apetito también son posibles, desde la pérdida hasta el aumento, y se evidencian alteraciones en el nivel de la actividad, mostrando letargo o inquietud, por esto es importante que la mascota tenga atención permanente.
Ante una sospecha de un embarazo psicológico es esencial consultar a un veterinario para descartar una gestación real mediante palpación abdominal, ecografía o radiografía. Si se confirma la pseudogestación, las recomendaciones pueden incluir modificaciones en su entorno, como el retirar los “cachorros” para disminuir el comportamiento maternal. Aumentar la actividad física, también es clave con el fin de distraerla o reducir la ansiedad que pueda presentar.
La intervención médica es clave en casos severos o recurrentes, ya que los medicamentos pueden ayudar a disminuir los niveles hormonales o reducir la producción de leche, que si no se atiende a tiempo puede terminar en una mastitis, puesto que al no existir cachorros la leche se puede acumular en las mamas. Finalmente, el método más efectivo de prevención es la esterilización que evitará futuros episodios.
Aunque el embarazo psicológico suele resolverse en unas pocas semanas, es crucial monitorear a la mascota para evitar complicaciones futuras y tener conciencia de la importancia de la esterilización.