Métodos para la detección temprana y tratamiento de parásitos presente en bovinos
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Métodos para la detección temprana y tratamiento de parásitos presente en bovinos

Existen diferentes métodos de desparasitación en ganados bovinos, como el uso de medicamentos orales, inyectables y tópicos
Bovinos, Colprensa.
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La desparasitación en bovinos es una práctica veterinaria común que se lleva a cabo para prevenir y controlar la infestación de parásitos internos y externos en el hato.Los parásitos pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar del ganado, lo que a su vez puede afectar la producción y calidad de la carne y la leche.

Existen diferentes métodos de desparasitación en bovinos, como el uso de medicamentos orales, inyectables y tópicos. Los medicamentos orales son comúnmente administrados a través del alimento o del agua de bebida del ganado, mientras que los medicamentos inyectables y tópicos se aplican directamente al animal. Es importante seguir las instrucciones del fabricante y del veterinario al administrar los medicamentos, ya que una dosis incorrecta puede ser ineficaz o incluso dañina para el ganado.

La frecuencia y el momento de la desparasitación en bovinos varían según la región, el clima y las condiciones de manejo del ganado. Se recomienda desparasitar el ganado al menos dos veces al año, cuando las condiciones climáticas son favorables para el desarrollo de los parásitos; es importante realizar rotación de pasturas, para reducir la exposición del ganado a los parásitos y minimizar la necesidad de desparasitación frecuente.

Según el manual práctico ganadero, diseñado por Ricardo Arenas, encargado de cadenas, asistencia técnica y extensión en Fedegan, entre los parásitos internos más comunes se encuentran los nemátodos, las tenias, las coccidias y las faciolas, que generalmente ponen huevos que salen del animal mediante las heces, depositándolos en los pastos y el agua.

"Los parásitos gastrointestinales son uno de los más comunes y peligrosos parásitos de los bovinos, presentando alta morbilidad y mortalidad, especialmente en terneros de tres a seis meses de edad, aunque también pueden afectar a otros animales domésticos e incluso al hombre", comentó Ricardo Arenas.

El parásito destruye la mucosa intestinal, produciendo hemorragia intestinal, heces con moco y sangre, y por consiguiente, muy mal olor. Los animales sufren de tenesmo y dificultad para defecar por la deshidratación que causa su condición corporal, y la afectación clínica dura cerca de dos semanas. El desarrollo de la enfermedad se relaciona con la presencia de quistes maduros en el agua o el alimento y la superficie es contaminada, incluyendo la piel de los animales infectados.

Para prevenir este tipo de infestación, es importante mantener establos secos y limpios, evitando que se contamine el agua y los alimentos, y mantener a los animales más pequeños en un lote separados de los mayores, además de realizar la rotación de potreros de manera más frecuente.

"Otro parásito intestinal común es el Trichos tronquilos, que es un gusano que pasa de huevos a larvas en los pastos y al ser consumidas, se ubican en el intestino delgado de los animales, generalmente jóvenes, donde termina su ciclo hasta ser adultos y luego son excretados en las heces, dando inicio al nuevo ciclo que dura cerca de tres semanas", explicó Arenas.

El uso de antihelmínticos de amplio espectro como el levamisol es normalmente suficiente para esta infestación, siempre que se realice a todos los animales y se acompañe de medidas de aseo de instalaciones, manejo de excretas, separación de lotes de animales jóvenes y manejo de praderas, buscando cortar el ciclo de vida del parásito. En general, para el control de los parásitos intestinales, es necesario cortar el ciclo, diagnosticar cuál es el parásito y buscar la selección del antiparasitario adecuado.

El Fondo Nacional del Ganado presenta un manual práctico ganadero con el objetivo de ayudar a los ganaderos a prevenir y controlar las enfermedades parasitarias en el ganado.

En este manual, el profesional ganadero Ricardo Arena aborda la detección de parásitos externos de manera temprana. Los parásitos externos pueden producir dermatitis, caída del pelo e inflamaciones que generan malestar al animal, reduciendo su consumo de alimento y por consiguiente su desarrollo y producción. Además, en muchos casos, son los vectores de enfermedades de parásitos internos y hemáticos que pueden incluso causar la muerte del animal.

Entre los parásitos externos más comunes están las garrapatas, los piojos y los moscos del ganado. En cuanto a las garrapatas, se encuentran con mayor frecuencia en ganaderías de trópico alto, y pueden ubicarse en zonas como la ubre, el cuello, el abdomen y la cola, entre otras.

Si no se les da un adecuado manejo técnico a su presencia, se producirán fácilmente grandes pérdidas económicas por la baja en la producción de leche y carne, por enfermedades como anemias, y por muerte de animales. Además, los gastos de medicamentos veterinarios, honorarios médicos y exámenes de laboratorio incrementan las pérdidas para el ganadero.

"Las garrapatas pasan por cuatro estadios de vida o de huevo, larva, ninfa y adulta. Los huevos se depositan en los pastos de los potreros y al eclosionar la larva sube a los animales e incluso a los seres humanos, donde se alimentan de sangre en los demás estadios de su desarrollo", agregó el experto.

Para prevenir y controlar la presencia de garrapatas y otros parásitos externos, se deben mantener muy bajos niveles de población en los potreros y en los animales, especialmente en las épocas de invierno. Las medidas de control y prevención deben variar según el ciclo de vida de la garrapata.Es importante bañar periódicamente todo el ganado con garrapaticidas y variar frecuentemente el baño para evitar generar resistencia de los parásitos.

"En animales jóvenes es importante que tengan un contacto muy bajo con las garrapatas. Además, se deben descartar durante revisión frecuente para verificar que no haya presencia de garrapatas. También es fundamental tener en cuenta que existen animales más susceptibles que otros a las garrapatas, por lo que se deben tratar de evitar en la medida de lo posible", concluyo el experto.

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