Así puede identificar si su ganado sufre de la enfermedad de los quistes foliculares
Uno de los mayores problemas que enfrentan los ganaderos hoy en día son las enfermedades reproductivas, las cuales pueden detener por completo la producción de carne y leche en los bovinos, generando grandes pérdidas económicas.
Estas afecciones impiden el desarrollo óptimo del vacuno y sus actividades, ya que imposibilita que las vacas entren en etapa de celo, retrasando su temporada de gestación y preñez, puede que incluso nunca lleguen a tener una cría, si no se llega a detectar y tratar, interrumpiendo la producción de los productos.
El quiste folicular es una de las principales dificultades reproductivas presente en los hatos, esta es una falla que se da en el hipotálamo hipófisis gónada, y cuando se refleja se producen estos quistes, los cuales se dan principalmente en ganado especializado en leche. Se denominan como síndrome quístico, porque las causas son múltiples.
Según Diego Andrés Velasco Acosta, investigador PhD en Agrosavia, existen tres ejes de falla, factores nutricionales, balance energético negativo y falta de producción de hormonas necesarias.
“A partir de complicaciones nutricionales donde existen déficits energéticos, no se producen hormonas adecuadas para que la reproducción continúe, por ejemplo, una baja en la producción de estradiol, que es una hormona sexual que se puede incluir su ingesta en dietas, puede disminuir el pico de LH, hormona luteinizante, en la hipófisis, que es la glándula que regula todas las actividades, incluida la sexual, provocando el nacimiento de estos quistes foliculares”, dijo Velasco Acosta.
Condiciones como el balance energético negativo, que es muy común en la vaca lechera, puede producir este tipo de alteraciones metabólicas que están asociadas a la presencia de los quistes.
“En el balance energético negativo tenemos un aumento de las concentraciones de ácidos grasos no esterificados, también conocidos como NEFA en inglés, esto baja las aglomeraciones de hormonas de la insulina, que favorecen la presencia de esta enfermedad, también su aumento desmedido aporta”, agregó Velasco Acosta.
Este padecimiento se relaciona con razas especializadas que son altas productoras de leche, como el Holstein, debido a sus cambios en el metabolismo, que afecta la producción de hormonas y las concentraciones de progesterona, que no se mantienen en los niveles adecuados. Debido a la baja aglomeración de progesterona no solo se produce un quiste, sino una variedad de ellos.
“La mayoría de los estudios se han hecho en raza Holstein, es la que más muestra incidencias foliculares, se habla de alrededor de 15% de vacunos, en la actuación de quistes foliculares, los cuales ya vienen intrínsecos en el animal”, comentó el experto.
Para poder identificar la aparición de estos entes en el ganado se debe analizar el tiempo de demora del animal, es decir, si se tarda mucho tiempo para preñar. Otro signo es que no presentan ciclos regulares e incluso sus celos, los cuales deben aparecer a partir de 21 días.
Si el quiste aparece, se debe realizar un examen por palpación rectal para observar la estructura del mismo, su tamaño, también a través de una ecografía.
“Los quistes tienen un tamaño superior a 20 milímetros, más o menos dos centímetros de diámetro. Se sabe que existen quistes de menor tamaño que persisten y no hay ausencia de un cuerpo litio, que es el responsable de la producción de estrógenos y progesterona, este sería el determinante para diagnosticar esta enfermedad”, señaló el experto.
Como tratamiento se puede utilizar la remoción mecánica que se hace a través de una punción, este es un proceso especializado y lo debe realizar un médico veterinario. Otra forma de recuperación es el uso de controles hormonales como el GRH.
En el postparto, cuando hay días abiertos largos, se puede usar estos tratamientos hormonales que permiten que las vacas entren en un ciclo adecuado, es decir, cada 21 días; esto podría disminuir la presencia de quistes.
“La prevención principalmente está enfocada en un buen manejo nutricional animal, que tienen un balance energético positivo y una dieta adecuada”, concluyó Velasco.