Estas son las enfermedades que pueden atacar a su equino con frecuencia y facilidad
Colombia cuenta con una población equina de 964.426, de los cuales, de acuerdo con el Censo Pecuario Nacional del ICA, 538.615 son hembras (55,84%) y 425.811 son machos (44,15%), ubicados especialmente en Antioquia, Tolima, Córdoba, Huila y Magdalena. Con este panorama es necesario hablar del cólico equino, artritis, influenza equina y dermatitis, que son solo algunas de las enfermedades que los afectan con frecuencia.
En primer lugar está el cólico equino que, de acuerdo con el Hospital Clínico Veterinario UAX, cuyos síntomas son dolor intenso, espasmos y contracciones en la zona abdominal, además de sudoración y comportamientos inusuales como acostarse de costado y revolcarse bruscamente. A su vez, se presenta letargo, poco apetito, patadas al aire y al suelo, aumento de la frecuencia cardíaca y transpiración. Puede ser timpánico, por la presencia de grandes cantidades de gas; por impactación, debido a los alimentos ingeridos; espasmódico, con periodos de 20 a 30 minutos intermitentes; y de torsión del intestino.
Esto se desencadena por cambios bruscos en la alimentación, en la rutina y en el clima, uso de alimento fermentado y suministro mayor al 0,5% de granos en la ración de la alimentación. También lo causan la presencia de parásitos, consumo de arena, aumento del peso corporal, desnutrición, falta de agua y estrés. En este sentido, el primer paso para tratar el cólico es evitar el consumo de alimentos y agua, a la vez que se intenta mantener al animal de pie y hacerlo caminar por periodos cortos de tiempo, esto para evitar que se maltrate. Adicionalmente, es necesario acudir a un médico veterinario, pues, de acuerdo al tipo de cólico que tenga el caballo, el medicamento a utilizar cambia.
Por otro lado, si su caballo está experimentando dolor, rigidez en las articulaciones o cojera es probable que tenga artritis. Esta no tiene cura, es degenerativa y suele afectar a los equinos mayores, pues con el deterioro del cartílago alrededor de sus articulaciones son más susceptibles a la inflamación de las mismas. Esto no implica que los caballos jóvenes estén libres de preocupaciones, pues aun los que están iniciando su proceso como jinetes la pueden presentar.
Entonces, sus tratamientos pueden variar, pero se enfocan en la reducción de inflamación y la ralentización del desgaste del cartílago. De acuerdo con Park City Equine se puede controlar con el uso de antiinflamatorios, glucosamina o ácido hialurónico. Por su parte, Clarendon Equine menciona que también se usan los tratamientos intraarticulares con agentes como el plasma rico en plaquetas, la proteína antagonista del receptor de interleucina y los productos derivados de la sangre del propio caballo.
En cuanto a la influenza equina, el ICA la define como una enfermedad respiratoria y contagiosa que afecta a caballos y otros tipos de équidos. Es causada por la influenza A, de tipos H7N7 y H3N8, y se transmite por medio del contacto con animales afectados, especialmente por la tos y secreciones respiratorias, e incluso por la ropa o elementos usados por sus cuidadores. Se presenta con fiebre, tos seca, descarga nasal, decaimiento, pérdida del apetito, dolores musculares y debilidad. Por lo general, los ejemplares se recuperan en 15 días, para lo que se suelen aislar y dejar en reposo, pero existen casos en los que tardan hasta seis meses en volver a su condición inicial.
Por último, la dermatitis se produce por la picadura de un insecto y puede causar pápulas, que son granos rojos bajo el pelaje, lo que los lleva a rascarse y generar costras. Si esta reacción es muy fuerte, el caballo podría producir llagas e infecciones en las zonas en las que se rasque. Estos brotes se producen con mayor frecuencia en el cuello, cola y lomo del animal, causando además nerviosismo y pérdida de peso. Por lo general, no hay un tratamiento para esta enfermedad, pero en algunas ocasiones se pueden administrar antiinflamatorios. Recuerde que si su caballo está presentando alguno de los síntomas que se mencionaron anteriormente, debe acudir a un médico veterinario, con quien podrá evaluar opciones y elegir el mejor tratamiento para su ejemplar.