Controle plagas y enfermedades en las pasturas para el ganado
Un buen manejo agronómico de las praderas es un indicador en la producción ganadera. La calidad de la carne o el aumento en la cantidad de litros de leche, con altos índices de vitaminas y proteínas, solo se lograrán si se implementan los cuidados necesarios en el manejo de enfermedades y plagas que atacan las pasturas. Ante ello, es clave conocer qué medidas se deben tomar en las fincas para salvaguardar la salud de los suelos y, consecuentemente, la de los animales.
La puesta en marcha de un plan de manejo sanitario en las praderas es fundamental para obtener máximos rendimientos. Las pasturas son una parte importante para la alimentación del ganado, pero, aunque es casi imposible mantenerlas libres de plagas y enfermedades en su totalidad, se debe intentar que su presencia en ellas sea mínima.
La mayoría de las veces, las grandes extensiones de potreros en las fincas ganaderas impiden hacer un mantenimiento adecuado del pasto, además de que impera un desconocimiento frente a la importancia que tiene el cuidado y prevención de enfermedades en las praderas, al igual que se hace con el ganado.
La clave de un plan sanitario es controlar las poblaciones de plagas, manteniéndolas en niveles muy bajos, que no logren menoscabar los índices de productividad de los forrajes, ni la cuantía de nutrientes que pueden ofrecer a la dieta bovina.
¿Qué se entiende por plaga? Tal como lo expone Ricardo Arenas, responsable de cadenas, asistencia técnica y extensión de Fedegan y autor del Manual Práctico Ganadero, “son poblaciones de insectos u otros organismos que alcanzan un tamaño de población lo suficientemente grande como para causar pérdidas económicas por daños evidentes en nuestros cultivos”.
Según Arenas, para hacer un manejo integral se deben considerar aspectos como el hábitat, la dinámica de las poblaciones y los métodos existentes para su erradicación. Además, es clave solicitar la orientación profesional de un técnico agrónomo, no solo para la toma certera de decisiones, sino para no inmiscuir en grandes pérdidas económicasy en el uso inadecuado de insecticidas que solo provoquen el aumento de su presencia en los pastos.
“El aumento de plagas se atribuye, en muchos casos, al uso inadecuado de productos químicos que disminuyen la población de enemigos naturales. Si se quieren disminuir, se debe hacer un manejo integral, teniendo en cuenta la población de enemigos y depredadores naturales”, precisó Arenas.
El mantenimiento de los hábitats naturales y árboles cercanos serán acciones que mitigarán su impacto en las praderas, ya que la presencia de aves como el garrapato y garzas, ejercen un control idóneo frente algunos insectos.
“Para hacer uso de productos químicos o biológicos contra la plaga es necesario tener presente su correcta implementación, pues estos pueden contaminar el suelo, las fuentes de agua, las plantas o los animales y dejar residuos que alteren la calidad de la carne y la leche”, desatacó el experto.
Aunque en muchas oportunidades se convierten en herramientas necesarias para combatir estas afecciones, no quiere decir que se deba fumigar ante la presencia de cualquier organismo potencialmente patógeno, pues la planta cuenta con una capacidad de tolerancia de cierto grado de daño.
Tal como lo manifiesta el manual ganadero, para saber en qué momento proceder, se deben evaluar las densidades de las poblaciones presentes y determinar qué producto ayudará en su contingencia, teniendo en cuenta el ciclo biológico de los insectos, el estado y ciclo de la pastura.
“Otro aspecto importante es cuantificar las pérdidas potenciales que puede generar cada plaga y, con base a esto, planificar el control con la prioridad necesaria”, resaltó Arenas. “Es importante diagnosticar a tiempo y anticiparse a lo que podría ocurrir, evitando así pérdidas económicas y daños en el ambiente”.
Un adecuado manejo de las praderas será sinónimo de mayores rentabilidades en torno a la producción ganadera. Por ello, no se debe dejar a un lado su cuidado y velar que siempre vaya de la mano de un experto. “Hoy en día es muy importante cuidar la inocuidad de nuestras producciones de leche y carne, por lo que el manejo de plaguicidas debe hacerse de manera muy responsable”, concluyó Arenas.