Imágenes satelitales ópticas y de radar, claves para el monitoreo de cultivos de papa
La producción de papa, uno de los tubérculos más importantes para la canasta básica diaria familiar de los colombianos, además de presentar desafíos como el incremento de los costos de transporte e insumos para su cultivo que afectan el bolsillo de los productores, es constantemente vulnerable a que la sobreoferta, producto muchas veces de la falta de monitoreo de la siembra, genere una disminución de los precios por bultoque no alcance a cubrir los gastos empleados.
Las mediciones que emplean los agricultores actualmente, muchas de ellas basadas netamente en la observación de las siembras, carecen de herramientas tecnológicas que les brinden datos y soluciones anticipatorias para tomar decisiones oportunas, esto, debido a sus altos costos cuando se hacen en grandes extensiones.
Ante esa problemática, Nadia Luque Sanabria, magíster en Geomática de la Universidad Nacional de Colombia, Unal, encontró la manera de que con el uso de imágenes satelitales ópticas y de radar se obtenga una categorización más precisa que permita establecer un mejor monitoreo del cultivo.
La experta utilizó datos de acceso gratuito de algunos sensores Sentinel 1 y 2, diseñados por la Unión Europea, que ofrecen imágenes en alta resolución en nueve municipios de Cundinamarca, observando que dos de ellos tienen la mayor cantidad de cultivos: Villapinzón y Lenguazaque.
Según el portal de la Unal, los datos se tomaron en 43 lotes de papa durante el primer semestre de 2022. “Aunque el número de hectáreas de cultivo de papa que están dentro de los páramos no se evaluó a profundidad, sí se puede observar una fuerte relación en Carmen de Carupa, municipio cercano al páramo de Guargua”, precisó Sanabria.
La combinación de imágenes satelitales ópticas y de radar permitió sopesar los errores presentes en ambas tecnologías, para obtener una precisión mayor a 70%, haciendo una evaluación íntegra de las zonas con cuerpos de agua, zonas urbanas, suelo descubierto, pastos, cultivo de papa y bosques.
“En las imágenes ópticas, la nubosidad de la zona, que en Villapinzón y Lenguazaque puede llegar a 100%, hace que haya un margen de error alto para identificar las zonas de cultivo, pero se pueden usar imágenes con precisión de hasta 60%; por otra parte, en las segundas el obstáculo son las pendientes de las montañas, pues hay inclinaciones muy marcadas en el cultivo”, aseguró la investigadora en el portal de la universidad.
Para Sanabria, la clave reside en bosques aleatorios y máquinas de vector de soporte, dos algoritmos ampliamente utilizados para clasificar y analizar las imágenes obtenidas de los sensores. Ellos permiten encontrar los puntos donde se encuentran los cultivos de papa.
“El estudio es pionero en el uso de estas metodologías para cultivos de papa en el país y tiene un elemento fundamental al usar las imágenes de radar y ópticas en condiciones complejas, y es que se puede hacer un seguimiento de lo que ha ocurrido en estas zonas desde la década de 1990”, concluyó.
Previsiones de la producción papera
Según Germán Palacio Vélez, gerente general de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa, en la revista del gremio, “se prevé que el área sembrada alcance 112.975 hectáreas, 1,69% menos que el año pasado, mientras que la producción se proyecta en más de 2,5 millones de toneladas, 1,87% más que en 2022, y rendimientos en ascenso de 22,78 toneladas por hectárea”.