Estas son las tecnologías que están ayudando a que el acceso al agua potable sea posible
Teniendo en cuenta que más de 2.200 millones de personas carecen de acceso seguro al agua potable, según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud y la Unicef, la innovación tecnológica se convirtió en una gran herramienta que ayuda a enfrentar estas crisis globales.
De hecho, desde soluciones de alta tecnología hasta creativas adaptaciones locales, son las iniciativas que en la actualidad están marcando la diferencia en comunidades vulnerables y regiones que en la actualidad se encuentran afectadas por el cambio climático.
Una de las tecnologías más destacadas se llama SunSpring Hybrid, que es un sistema de filtración autónomo capaz de purificar más de 20.000 litros de agua al día sin la necesidad de utilizar electricidad externa. Este viene equipado con paneles solares y una turbina eólica opcional; y dicho dispositivo es ideal para áreas que sean remotas o en lugares que estén afectados por desastres naturales.
Por otro lado, en regiones donde puede llegar a ser el agua contaminada escasa, como por ejemplo el desierto de Atacama en Chile o la cordillera del Atlas en Marruecos, se implementaron recolectores de niebla, que son dispositivos que capturan la humedad del aire por medio de redes que condensan la niebla en gotas de agua, para de esta manera proporcionar una fuente sostenible de agua potable.
Asimismo, la innovación también llegó al saneamiento con el desarrollo del inodoro de nanomembrana, que es una tecnología que transforma los desechos humanos en agua limpia; aunque no es potable, funciona para otro tipo de cosas sin necesitar el uso de agua ni energía externa. Este sistema, que además es impulsado por biomasa, es especialmente útil cuando se habla de regiones que no cuentan con la infraestructura sanitaria adecuada.
En cuanto al sector agrícola, se están diseñando invernaderos flotantes que permiten cultivar alimentos utilizando agua desionizada generada por medio de la evaporación del agua de mar. Estos invernaderos, que flotan en el agua, están diseñados para aprovechar la condensación natural para regar las plantas en su interior, mostrando una solución sostenible en el caso de las zonas costeras áridas.
De igual manera, tecnologías como el LifeStraw, que es un filtro portátil que elimina bacterias y parásitos del agua, mostraron ser cruciales en situaciones de emergencia y en comunidades donde no es posible el acceso directo a agua segura. Este mismo, en algunos casos, fue distribuido en crisis humanitarias como el terremoto de Haití en 2010.
Finalmente, en España, la Universidad de Málaga desarrolló un proyecto llamado iSAT, un sistema que está encargado de producir alerta temprana que utiliza técnicas hidrogeológicas y monitorea en tiempo real para así poder optimizar lo que más se pueda la explotación de fuentes de agua subterráneas, con el fin de abarcar la escasez de agua de una manera segura.