Mentol, activo clave de la menta que se usa para reducir congestión nasal y pulmonar
Pese a que la menta es una hierba aromática de gran aprovechamiento en la industria gastronómica, pocos conocen sus innumerables propiedades para el tratamiento de problemas digestivos, respiratorios y bucales. Sus componentes, ricos en minerales y vitaminas, la convierten en una excelente opción para ser usada en la medicina alternativa.
La menta es una hierba perenne, perteneciente a la familia de las lamiaceaes. Aunque generalmente crece cerca de lagos, ríos y lugares húmedos con sombra parcial, tolera la volatilidad climática, pudiendo cultivarse bajo la luz solar directa.
Aunque su rápido crecimiento la convierten en una de las hierbas aromáticas más deseadas, debido a su carácter invasivo, se debe tener en cuenta el entorno en el que se cultiva, para evitar que se apodere de otro tipo de siembra.
Para controlar su cultivo en un entorno abierto, se debe plantar en recipientes profundos, sin fondo o sobre el suelo en una especie de tina. Además de sus beneficios para la salud, sus compuestos repelen algunos insectos, por lo que cotidianamente se encuentran en el mercado productos insecticidas a base de menta.
Beneficios para la salud
De acuerdo con Natalia Jara, nutricionista de la Pontificia Universidad Javeriana, PUJ, la menta es utilizada ampliamente en varios campos tanto de la industria farmacéutica y de alimentos por sus características organolépticas.
Dentro de sus compuestos claves se destaca el mentol, el omega 3 y las vitaminas A y C. Además, es rica en minerales como el hierro, potasio, magnesio, calcio, cobre y ácido fólico. Todos ellos le otorgan acciones antisépticas, descongestionantes, analgésicos y antibacterianas.
El mentol es un activo clave para reducir la congestión nasal, de la garganta y los pulmones. También es eficaz para tratar afecciones respiratorias como la tos, bronquitis y asma.
Gracias a su aroma, promueve la digestión al activar las glándulas salivales en la boca, estimulando la producción de enzimas en el estómago, además de que inhibe el crecimiento de bacterias dentro de la boca, combatiendo la halitosis.
El ácido rosmarínico y eugenol, dos compuestos que posee, la convierten en una excelente opción para mejorar la circulación en la sangre, además que reduce la tensión arterial y alivia el estrés y la ansiedad.
“Esta planta posee propiedades tanto inflamatorias como antimicrobianas relacionadas con la prevención del cáncer. Se ha asociado que este efecto anticancerígeno puede estar relacionado con la capacidad de inhibir la oxidación y peroxidación de diferentes moléculas, reducir las especies reactivas de oxígeno que son una de los principales causantes del cáncer”, resaltó Jara.
Aunque, según la experta, aún hace falta más evidencia sobre la dosificación o concentración a la cual esta planta pueda hacer efecto y aportar estos beneficios, “sin duda alguna puede incorporarse en la dieta en pequeñas dosis para obtener ese grandioso potencial antioxidante”, concluyó.