La ortiga, el elixir verde de la naturaleza capaz de tratar afecciones crónicas de la piel
Aunque es comúnmente conocida como la planta que pica, la ortiga es ampliamente usada para el tratamiento de enfermedades como la artritis o afecciones de la piel, gracias a sus propiedades con acción diurética, depurativa y alcalinizante. Conozca sus diferentes modalidades de consumo para aprovechar al máximo sus beneficios medicinales y nutricionales.
La ortiga es una planta que pertenece a la familia de las urticáceas, caracterizadas por poseer pelos urticantes que expiden sustancias alcalinas, causantes de que, al entrar en contacto con ella, se produzca escozor acompañado de inflamación en la piel.
Es frecuente asociada con las malas hierbas por su carácter urticante, además de que se encuentra como maleza en potreros de cultivos productivos, lo que hace que la mayoría de las personas la elimine considerándola un matorral.
Suelen ser arbustos que alcanzan hasta 1.20 metros de altura. Sus pelos urticantes poseen sustancias como ácido fórmico, resina, histamina, causantes de la picazón que producen, y su raíz es rica en taninos, sustancias naturales de la familia de los polifenoles, que hacen que tenga una acción astringente.
Según Jhon Jairo Bejarano Roncancio, profesor titular e investigador del departamento de Nutrición Humana, de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, Unal, sus usos medicinales suelen ser para tratar afectaciones relacionadas con la próstata, retención de líquidos, cálculos renales y biliares, diabetes, anemia, problemas digestivos y caída de cabello.
“La ortiga tiene efectos analgésicos que activan la sangre, y se utilizan para el tratamiento de la artritis reumatoide, hiperplasia prostática benigna, enfermedades de la piel, sistema digestivo, respiratorio y enfermedades ginecológicas”, precisó Bejarano.
Sus extractos tienen acciones farmacológicas, antiinflamatorias, analgésicas, antibacterianas, antioxidantes, hipoglucemiantes, es decir, disminuyen el azúcar en la sangre, e hipolipemiante, reducen los triglicéridos.
“Contiene compuestos químicos valiosos como fitoesteroles, saponinas, flavonoides, taninos y aminoácidos, que actúan positivamente en el metabolismo humano. Sin embargo, como con cualquier otra planta, no se debe abusar de su uso”, resaltó.
Dentro de sus usos más comunes se destaca el té de ortiga, cuya dosis, recomendada por los expertos, es de dos tazas al día como máximo antes de la comida. Además, existen en el mercado un sinnúmero de presentaciones tópicas como extractos, infusiones, tinturas o aceites esenciales.
Es clave entender que, pese a sus múltiples benéficos para el tratamiento de distintas enfermedades, su composición química la hacen beneficiosa para algunos, pero altamente tóxica para otros.
Antes de empezar a consumirla como hábito cotidiano, es importante que priorice una consulta con su médico tratante, para que sea él quien establezca la viabilidad de su consumo, y le indique cuál es la manera más eficaz para hacer uso de ella.