La leche de vaca y cabra, posible amenaza para la salud de los gatos en los hogares
Mascotas

La leche de vaca y cabra, posible amenaza para la salud de los gatos en los hogares

Su consumo produce malestar estomacal, vómito, hinchazón, gases y diarrea; tampoco se recomienda el chocolate, la cebolla ni la sal
Los gatos persas, conocidos por su temperamento tranquilo y dócil, tienden a sufrir de una serie de afecciones relacionadas con su estructura facial.
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La industria cinematográfica nos ha mostrado en repetidas ocasiones a gatos, casi siempre en sus primeros meses, tomando leche, pero ¿es bueno para sus organismos? Los gatos de los hogares no deberían beber leche, ni de vaca ni de cabra, pues ninguna de estas suple las necesidades de sus organismos.

De acuerdo con Purina, las mascotas solo deberían tomar leche materna hasta cuatro semanas después de su nacimiento, para luego hacer la transición a comida sólida entre sus ocho y diez semanas. Esto porque les brinda todos los nutrientes que necesitan para su desarrollo temprano, además de una alta concentración de inmunoglobulinas y proteínas.

De acuerdo con Purina y Hill’s Pet, aunque pueden beber leche de vaca, no es lo mejor para ellos. Para ellos, es muy difícil digerir el tipo de lactosa que contiene, pues sus organismos producen lactasa que únicamente les sirve para asimilar la leche materna antes del destete. Por esto al consumir algún lácteo diferente suelen presentar malestar estomacal, vómito, hinchazón, gases y diarrea.

Además, cuando son alejados de sus madres, su cuerpo va perdiendo la capacidad de digerir leche, por lo que sus organismos no están preparados para la reintroducción de bebidas similares. También podría causar un aumento de peso de los gatos, pues contiene grasas y azúcares a los que no están acostumbrados.

En este sentido existen otros alimentos que no deberíamos darles a nuestros gatos. La cebolla y el ajo, por ejemplo, pueden causar daños en sus glóbulos rojos y anemia. En el peor de los casos, podría producir debilidad, disminución del apetito y fluidos corporales de colores anormales. Tanto el huevo como la carne cruda resultan peligrosos para su salud; podrían intoxicarlos por salmonella o causar problemas en su piel y pelaje.

Como ya se mencionó, ni la leche ni cualquier tipo de lácteo deberían ser parte de su dieta. El chocolate y bebidas con cafeína tampoco, ya que las metilxantinas les causan vómito, diarrea, fiebre, temblor, sed e incluso convulsiones. Por último, la sal, aunque no tiene efectos inmediatos, puede generar problemas renales y cardíacos a largo plazo.

Recuerde que para una buena alimentación su gato también tiene que estar hidratado. Lo más recomendado para estos felinos es el consumo de agua fresca y limpia. Si su mascota no se hidrata lo suficiente, puede cambiar su bebedero de lugar o su recipiente; así mismo, resulta positivo tener más de un punto de hidratación.

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