El aceite de coco actuaría como un antipulgas natural en la aplicación para mascotas
Aunque es conocido por ser un agente potente en la industria cosmética y alimenticia de los humanos, el aceite de coco posee efectos holísticos en la salud de las mascotas. Desde ser un suplemento natural para su dieta básica, hasta utilizarse en el tratamiento de afecciones tópicas, esta oleína de origen vegetal es una buena alternativa para ofrecerle una excelente calidad de vida a su animal de compañía.
Su composición basada en diversos ácidos grasos y diferentes minerales y vitaminas como la E y K, hace que este producto tenga una versatilidad de propiedades benéficas para tanto la piel y el pelo, como para su salud digestiva.
Para Héctor Julián Romero, médico veterinario y CEO de Romvet Clinica Veterinaria, los beneficios en su aplicación en las mascotas son múltiples. Además de ser un humectante eficaz, no posee características tóxicas que limiten su administración.
“El aceite se puede aplicar en los pulpejos de los animales, así como en la piel o el pelaje, preferiblemente a contrapelo para que haya una buena penetración del aceite en la piel. Por lo que es clave para el tratamiento de la resequedad en distintas zonas”, destacó Romero.
La aplicación constante sobre la piel de nuestras mascotas, además de prevenir la resequedad y ser un activo eficaz en el tratamiento de enfermedades tópicas como la descamación, moretones y cicatrices, es clave para tratar la dermis, sarna y tiña gracias a sus efectos antifúngicos, antibacterianos y antisépticos.
Además, es una alternativa orgánica para prevenir y eliminar parásitos como las pulgas, una constante en la vida de los animales que, de no ser tratado correctamente, llega a tener efectos negativos en su salud, comprometiendo, de igual manera, su vida.
Las vitaminas antioxidantes y el ácido láurico que posee, lo convierten en un producto capaz de estimular el sistema inmunológico, activando sus defensas y protegiéndolos de la exposición a diversas enfermedades que circulan en el ambiente, reduciendo la aparición de cualquier tipo de cáncer.
Cuando se le da de manera oral, su carácter antibacteriano, antiviral y antifúngico, permite que mejore la digestión y la absorción de nutrientes, acelerando su metabolismo, y proporcionando excelentes cantidades de energía.
Los expertos recomiendan que, preferiblemente, cuando se opte por incluir en su dieta se procure por elaborar de forma casera, asegurándose de que no contenga algún tipo de conservantes o elementos químicos que puedan provocar el efecto contrario al esperado.
La dosis más recomendada es de una o dos cucharadas en dos o tres días a la semana, mezcladas con su alimento habitual. Sin embargo, cuando se emplea para tratar afecciones específicas, es clave aumentar la dosis, siempre bajo la supervisión de un experto que determine si sus propiedades no producirán afecciones negativas.