Conozca cómo regular los niveles de colesterol en perros con el consumo de linaza
La linaza es considerada un alimento funcional en la dieta de las personas gracias a su aporte considerable de nutrientes. Sus principales beneficios están relacionados con ser una buena fuente de proteína vegetal y fibra dietética, que generalmente se utiliza para mejorar la salud digestiva y disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas. Aunque actúa de manera íntegra en nuestros organismos, ¿se ha preguntado si su potencial permite ser incluida en la dieta de nuestras mascotas?
Aunque normalmente se acostumbra a alimentar a los perros a base de concentrado, en los últimos años, el suplemento e inclusión en la dieta de productos de origen natural ha ganado gran popularidad, gracias a los beneficios que trae para prevenir enfermedades y mejorar procesos metabólicos.
Incluir linaza en la alimentación, además de ayudar a mejorar su pelaje y piel, regula los niveles de colesterol, limitando la irrigación sanguínea, una de las principales causas que ponen en riesgo al animal de padecer de infartos o derrames cerebrales.
Tal como lo explica Christian Valencia Hernández, médico veterinario con especialización en sanidad animal y experiencia en clínica de pequeñas especies, el sistema digestivo de los caninos metaboliza de buena manera este tipo de semillas, pese a no ser la fuente proteica tradicional.
“Este tipo de semillas nos ayudan a mantener un buen estado de la mascota, con una mejor respuesta inmunológica”, precisó Hernández.
Al poseer alto contenido en fibra, vitaminas, minerales, proteínas, grasas vegetales saludables y antioxidantes, son claves en el tratamiento y prevención de daño celular, además de que su aporte de aceite esencial de omega-3, disminuye la acumulación de placa.
¿Cómo suministrarlo?
Con el objetivo de que sea digerible para su mascota, es importante que sean molidas antes de suministrárselas. Por ningún motivo se le deben añadir enteras o trituradas como adición al alimento, ya que sencillamente no proporcionarán los nutrientes esperados.
“En algunas ocasiones su suministro implica dificultades para su consumo. Combinarlas con otro tipo de alimentos es una opción para administrarlas. En el mercado encontramos una gran variedad de aceites y suplementos que las contienen y son más adaptables al gusto de las mascotas”, añadió el experto.
Es clave entender que cada organismo es diferente, por lo que no se podrá suministrar o añadir a la dieta diaria de su perro sin antes haberlo consultado con su veterinario de confianza, siendo él quien dictamine las dosis y modalidades en las que se debe otorgar.
Recordemos que, pese a contar con altas propiedades benéficas, puede ser perjudicial si se administra de manera incorrecta. Su importancia radica en conocer las necesidades de su mascota y, de esa forma, sacarle el mayor provecho a esta semilla.