¿Qué tanto transmiten en genética los padres a los hijos de caballo criollo colombiano?

Parte de la economía que genera el sector equino, la cual moviliza cerca de $6 billones anuales, tiene que ver con el mejoramiento genético y la compra de pajillas de semen para inseminación artificial o la monta de una yegua. Muchas veces las personas creen que cruzar un caballo campeón con una yegua campeona sería la mejor opción, pero no es tan simple como parece.

Entonces, ¿qué tanto transmiten los padres a sus hijos? Existen muchas variables que imposibilitan establecer un estándar para todos los cruces, pero si es posible tener algunas luces sobre estos procesos.

Según Lucas Echeverri, médico veterinario de la Universidad de Antioquia y quien tiene una maestría en biotecnologías de la reproducción de la Universidad de Murcia, las oportunidades son mayores cuando ambos padres tienen antepasados superiores en común, es decir, con algún grado de consaguinidad. Esto se debe a que las características pueden saltar generaciones.

El experto explicó en medio de una charla en Fedequinas que, “si una madre campeona se cruza con un caballo campeón, el resultado raramente es campeón, porque no se sabe si son genéticamente compatibles”.

Esto también tiene que ver con que el ambiente en el que crecerá el caballo, que tendrá un papel activo, y que los factores de probabilidad están en contra para producir un campeón.

“Un nuevo individuo hereda porciones distintas de la piscina genética, por eso hay tanta diferencia entre hermanos, la variabilidad genética es alta”, explicó.

Esto no quiere decir que sacar un caballo campeón sea una lotería. Dependiendo de qué animales se parte para hacer el cruce genético se podrán controlar más las variables.

“Hay criaderos que todo lo han dejado al azar y han tenido resultados, uno diría que esos lugares que no tuvieron las bases genéticas tenían un gran sentido común, de la observación, de cómo manejar los hijos de los caballos y como irlos enlazándolos, pero hay otros que tenían gran cantidad de animales y que no salió un gran campeón”, explicó Echeverri.

Según el experto, es clave entender que el caballo criollo colombiano no es una raza pura como la árabe, es un híbrido, por lo que transmite las características de manera diferente a las especies puras.

“Es importante el estudio de los pedigrí y el de los ancestros de los animales. Nosotros tendemos a pensar que si un caballo domina el cruce influye más sobre el animal nacido, pero eso es erróneo. Cada individuo hereda 50% de su padre y su madre. Cuando una cría se parece más a uno de los dos, significa que hubo cierta dominancia hacia alguno de los dos, pero no quiere decir que tenga más porcentaje de genes o ADN”, agregó.

El experto destacó que la primera meta de cualquier criador debería ser que el producto salga mejor que los padres, que sea mejorado y que genere una rentabilidad económica, no partir del supuesto de que salga campeón o gran campeón.