La vacunación en porcinos podría ser una estrategia para reducir la huella de carbono
Un reciente estudio demostró que la vacunación contra enfermedades infecciosas en porcinos no solo contribuye a mejorar la salud y la productividad, ya que también ayuda en gran medida a reducir la huella de carbono que se produce por la producción porcina. Este hallazgo refuerza la importancia que tiene el implementar estrategias de salud animal dentro de los esfuerzos globales por lograr una producción agropecuaria más sostenible.
La investigación demostró que la vacunación controla el síndrome respiratorio y reproductivo porcino (Prrsv), que puede reducir hasta 33 kg de CO₂ por cada 100 kg de ganancia de peso vivo en los cerdos.Esta disminución se debe a que los animales que están vacunados presentan mejor estado de salud, lo cual optimiza el uso del alimento, aminora la mortalidad y rebaja la necesidad de tratamientos con antibióticos y otros medicamentos.
Asimismo, el impacto ambiental del sector porcino está comúnmente relacionado con la eficiencia en la producción. Factores como el consumo de alimento, el crecimiento de los animales y la conversión de recursos en carne son determinantes en la cantidad que se emiten de gases de efecto invernadero (GEI). Es por esto que al mejorar la salud de los cerdos mediante vacunas se consigue una producción más eficiente, que reduce así la huella ecológica.
En un contexto donde el cambio climático es una preocupación a nivel global, la producción agropecuaria tiene el desafío de reducir sus emisiones de GEI sin que se comprometa la seguridad alimentaria.La vacunación se posiciona como una herramienta eficaz para lograr este equilibrio, pues permite que los sistemas de producción sean más eficientes y sostenibles.