Reducción de aranceles de Trump podría aliviar el impacto en el café y la carne de res
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de eliminar un arancel clave sobre el café y la carne de res brasileños puede brindar cierto alivio a los mercados y a los consumidores estadounidenses que han tenido dificultades con los precios exorbitantes de los productos básicos.
Brasil es el principal proveedor mundial de ambos productos básicos, y un arancel del 40% anunciado en julio provocó una fuerte caída de los envíos a Estados Unidos. La consiguiente escasez de oferta agravó el aumento de precios para los consumidores, que ya se enfrentaban a una inflación alimentaria récord en décadas.
Se espera que la orden ejecutiva firmada por Trump el jueves alivie esa presión. La semana pasada, eliminó un arancel de 10% sobre esos productos. “Dos tercios de los adultos estadounidenses beben café a diario, y cada taza costará menos gracias a la decisión del presidente Trump de eliminar los aranceles a las importaciones de café procedentes de Brasil”, declaró la Asociación Nacional del Café en un comunicado.
La decisión, que incluye una cesta de productos básicos, refleja la necesidad de reducir los precios de los alimentos, ya que los estadounidenses han sufrido la presión de las elevadas facturas de los comestibles y han otorgado a Trump calificaciones cada vez más bajas por su gestión de la economía.
Los futuros del café arábica premium cayeron hasta 6,6% el viernes en Nueva York, alcanzando su nivel más bajo en casi dos meses. Los precios habían subido a un máximo histórico en octubre, debido a que los aranceles agravaron la escasez provocada por las malas cosechas a nivel mundial. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el índice de inflación del café tostado se disparó en agosto, alcanzando un máximo histórico.
“Prevemos que se reanuden las exportaciones”, afirmó Fernando Maximiliano, analista de StoneX. Añadió que los temores a una escasez en el mercado estadounidense habían impulsado al alza los precios de los futuros, y que ahora se espera cierto alivio.
La carne de res, por su parte, ha sido un tema particularmente espinoso para la administración Trump, ya que los precios al consumidor se han disparado a niveles récord en medio de una disminución del hato ganadero nacional. Estados Unidos ha dependido cada vez más de las importaciones para cubrir la demanda, lo que ha contribuido a la caída de los precios del ganado ante las expectativas de una mayor afluencia. Sin embargo, las importaciones de carne de res brasileña han disminuido drásticamente tras las amenazas de aranceles.
Los futuros de ganado vivo cayeron hasta 3,4% el viernes, alcanzando su nivel más bajo desde junio. Sin embargo, la reducción de costes para los productores de carne aún no se traduce en precios más bajos para los consumidores, ya que la demanda ha mantenido los precios elevados.
Para Brasil, el impacto de los aranceles ha sido relativamente moderado, ya que el país logró mantener el crecimiento de sus exportaciones de carne vacuna a todos los países este año. La disminución de las ventas a Estados Unidos se compensó con un aumento de los envíos a otros destinos, como México y China.
“Los más perjudicados por el arancel fueron los productores y consumidores estadounidenses”, afirmó Marcos Jank, profesor titular de Insper. Añadió que la baja disponibilidad de carne de res en muchas otras regiones permitió a Brasil encontrar otros mercados para su producto.