¿Cómo cuidar a su caballo de la pólvora durante las fiestas decembrinas?
Con la llegada de las celebraciones decembrinas y el incremento en el uso de pólvora en distintas regiones del país, expertos en bienestar animal advierten sobre los riesgos que enfrentan los caballos durante esta temporada. Las detonaciones, junto con las aglomeraciones y el ambiente festivo, representan un desafío para estos animales altamente sensibles al ruido y a los cambios repentinos en su entorno. Por ello, entidades del sector agropecuario y profesionales de la salud equina insisten en la necesidad de adoptar medidas de prevención para evitar accidentes y afectaciones físicas o emocionales.
Los caballos perciben sonidos en frecuencias más altas que las personas, por lo que los estallidos de pólvora pueden desencadenar episodios de miedo intenso, taquicardia, temblores, sudoración y reacciones de huida descontrolada. En distintas zonas rurales y urbanas del país se han registrado casos de caballos que, producto del pánico, chocan contra cercas, paredes o vehículos, lo que puede causar fracturas, heridas o incluso la muerte.
Cuidado a los síntomas
Los veterinarios también alertan sobre la aparición de cólicos relacionados con el estrés, una de las afecciones más graves en equinos. Aunque algunos animales están más habituados a ambientes activos y ruidosos, los expertos coinciden en que la pólvora sigue siendo un factor difícil de anticipar y controlar, incluso para caballos experimentados, debido a la irregularidad y la intensidad de las detonaciones.
Una de las recomendaciones para propietarios y cuidadores es identificar con anticipación las fechas y horarios en los que se espera un mayor uso de pólvora. Con esa información, es posible preparar los espacios donde permanecen los animales y reducir los riesgos. Es importante adecuar pesebreras seguras, alejadas de puntos de ruido y con estructuras reforzadas para evitar que los caballos escapen o se lastimen durante episodios de pánico.
También se sugiere implementar soluciones básicas de aislamiento acústico, como el uso de paja adicional o materiales que disminuyan la reverberación, sí atenúan el impacto y contribuyen a disminuir los niveles de estrés. La revisión previa del estado de salud del caballo, su comportamiento y su historial de sensibilidad al ruido es crucial.
En la noche es peor
Los animales más nerviosos pueden requerir acompañamiento veterinario y, en algunos casos, suplementos calmantes aprobados por especialistas. Además, es recomendable mantener rutinas de ejercicio moderado durante el día, lo que ayuda a reducir la tensión acumulada y puede mejorar la respuesta del animal frente a estímulos imprevistos en la noche.
En eventos públicos como desfiles, ferias y cabalgatas, que son tradicionales en diciembre, el riesgo aumenta por la combinación de ruido, luces y multitud y más si son nocturnas. Por eso, es importante los animales sean manejados exclusivamente por personal capacitado capaz de leer las señales tempranas de estrés, como la rigidez de las orejas, la respiración acelerada o la mirada inquieta. Y los organizadores de esos eventos deben garantizar rutas y espacios amplios, libres de objetos peligrosos y evitar el tránsito de caballos cerca de zonas donde se quemen fuegos artificiales.
Mantener una adecuada hidratación durante estas actividades también es fundamental, ya que el ejercicio sumado al estrés incrementa la pérdida de líquidos y puede propiciar cólicos. Una vez finalizan las celebraciones, veterinarios y expertos recomiendan monitorear los caballos durante las 24 a 48 horas siguientes, para detectar signos de estrés residual, heridas menores o alteraciones digestivas en los animales.
La observación del comportamiento, la evaluación de extremidades y cascos, y el restablecimiento gradual de la rutina son prácticas que contribuyen a la recuperación física y emocional del animal. La responsabilidad es compartida entre propietarios, instituciones públicas y ciudadanía. Si bien la pólvora es una tradición arraigada en muchos territorios de Colombia, su uso indiscriminado pone en riesgo no solo a las personas, sino también a los animales de trabajo y de compañía como los caballos. Desde las diferentes asociaciones y desde Fedequinas se realizan campañas de sensibilización para que las personas respeten los espacios naturales de los caballos y que sean respetuosos con ellos en estas fechas decembrinas.
Hay que respetar el entorno
Un aspecto destacado a tener en cuenta es que el equino debe estar en su entorno habitual. Si es de potrero, que permanezca allí y lo mismo si es de pesebrera. Las recomendaciones son no cambiarle el entorno habitual porque se le genera un estrés innecesario al animal. Si el caballo es de pesebrera no se deben dejar objetos contundentes ni puntas, ya que el caballo al oír la pólvora se asusta y puede herirse. Lo mismo sucede con los caballos de potrero.