Cruce entre el ganado blanco azul belga y brahman tendría 10% más de musculatura

Blanc Bleu Adama es una compañía localizada en Medellín con la licencia exclusiva para importar el semen de blanco azul al mercado local. Ya lleva una inversión de US$15 millones para obtener cruces de ganado que produzcan carne en un menor tiempo, lo que reduciría la cantidad de gases de metano.

Este banco de semen se enfoca en un cruce entre la raza brahman y el ganado blanco azul belga, con el objetivo de que Colombia se convierta en el número uno en producción de carne sostenible ambientalmente.

La compañía no solo vende el semen, sino que hará un proceso de acompañamiento con los productores locales para asegurar que el resultado final sea el esperado y esté dentro de los estándares de este cruce.

Según las cifras de la compañía, se puede reducir entre 20% y 30% la producción de gases de efecto invernadero con animales libres, que consumen pasto durante todo el año y que da como resultado una carne más saludable al ser menos grasosa.

La idea se gestó en 2016 en medio de un grupo de inversionistas colombianos, belgas e israelíes, y contó con el acompañamiento de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de Lieja de Bélgica. Desde 2021, miles de animales fueron inseminados artificialmente y en diciembre del año pasado nacieron los primeros terneros.

Israel Mokadi, CEO de la compañía, dijo que Colombia ofrece una oportunidad única para producir carne natural de excelente calidad gracias a la biodiversidad, clima, lluvias y agricultura tradicional. “Creemos que el país cambiará el panorama en los mercados mundiales, en los que muchas naciones están sufriendo de escasez de agua, sequías, aumento de precios en alimentos no relacionados con pasto”, dijo.

¿Qué diferencia al ganado blanco azul belga? Es una raza que se caracteriza por la hipertrofia muscular generada por el gen de la miostatina, que se descubrió en Bélgica y es conocido como de ‘doble musculatura’.

Esto aportaría mayor musculatura a los terneros nacidos de vacas locales, como las brahman, para tener mayor producción de carne, que en promedio sería de 10%, con menos grasa y de textura más suave, en un menor tiempo.

El Centro de Recolección y Exportación en Bélgica envía al mundo más de 4,3 millones de pajillas del semen de blanco azul, y países como Indonesia y Brasil tuvieron buenos resultados con los cruces.

El doctor Pascal Leroy, veterinario, profesor de genética animal, vicerrector honorario de la Universidad de Lieja y consejero científico de Blanc Bleu Adama, dijo que “lo extraordinario es la producción de una mayor cantidad de carne más suave, lo que quiere decir que partes del cuerpo se convierten en trozos nobles, mientras que en los cebú estas partes más duras se destinan a otra cosa y tienen un valor comercial menor. Se produce un verdadero aumento de la rentabilidad del carnal. Por otra parte, el crecimiento del animal reduce en al menos cinco meses la producción de gases, lo cual va de la mano con los objetivos de las autoridades colombianas”.

Pero este proyecto no solo tiene objetivos comerciales, sino que busca beneficiar a los productores y al medio ambiente. Según Omar Camargo, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia y consejero científico de Blanc Bleu Adama, este ganado belga es más precoz que el brahman tradicional, tienen un ciclo de vida productiva mas corto, mejor calidad de carne y mayor desempeño zootécnico. “Permite reducir su permanencia en las fincas e, indirectamente, su impacto ambiental por unidad de producto, en aplicación del concepto de intensificación sostenible (menos metano por cada kg de carne producido)”.

“El bienestar animal es parte de nuestros lineamientos básicos. Colombia nos da la oportunidad de combinar la agricultura tradicional con la biotecnología, permitiéndoles a los animales vivir afuera y comer pasto, y sin una fábrica de producción intensiva. El cruce con el blanco azul nos da la combinación única de mantener el desarrollo natural, añadiendo productividad y conciencia climática”, concluyó Mokadi.