El botulismo en caballos, una enfermedad neuromuscular que puede matar al equino
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El botulismo en caballos, una enfermedad neuromuscular que puede matar al equino

Aunque existen tratamientos como la administración temprana de antimicrobianos, muchos de ellos dependerán del estado del equino.
Caballo herido. Foto: 123F
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La presencia de debilidad muscular, acompañada de trastornos en la deglución, son algunos de los síntomas que alertarán acerca de la presencia de botulismo en los caballos, una patología neuromuscular poco frecuente, pero que puede ser mortal si no se trata de la manera más rápida y eficaz.

Cuando se habla de botulismo en caballos, se hace referencia a una enfermedad producida por la bacteria Clostridium Botulium. Bernardo José Reyes Bossa, médico veterinario zootecnista de la Universidad de Córdoba, magister y especialista en el área de medicina de equinos, precisó sobre las características que determinan la presencia de esta afección.

Esta bacteria se transmite principalmente por alimentos ensilados, es decir, aquellos productos agrícolas o forrajes que son conservados en silos con el fin de preservarlos como fuente de alimentación y nutrición animal.

De acuerdo con Bossa, "es una bacteria que se puede contagiar a través de esta clase de alimentos, dado que existe un ambiente anaeróbico en el que proliferan diferentes bacterias".

Esta patología puede provocar una sintomatología reconocible, como la aparición de debilidad muscular, la presencia de tremores musculares, la incapacidad para caminar y mantenerse de pie, así como trastornos de deglución, tales como la inhabilidad para consumir agua y consumir alimentos, los cuales provocan que el animal quede postrado y termine muriendo.

En algunos países, como en Estados Unidos, existen varios tipos de reportes sobre cuáles son las toxinas específicas que afectan a los caballos. Aunque existen varios tipos, la mayoría de esta causan la misma sintomatología.

La prevención se basa primordialmente en la adecuada higiene que se tenga en los comederos y caballerizas o establos de los animales.

“Para prevenir este trastorno, se debe mantener un buen aseo de los comederos, utilizar material alimenticio de fuentes confiables, de buena calidad, y no dejar que se contamine el alimento de los caballos, que sea casi tan limpio como el alimento que nosotros consumimos”, indicó.

Aunque existen tratamientos como la administración temprana de antimicrobianos, muchos de ellos dependerán del estado en el que se encuentre el equino, y lo avanzada que esté la presencia de esta bacteria en sus organismos.

Es de vital importancia acudir a revisiones médicas frecuentemente para evitar que la presencia de esta bacteria genere impactos negativos en la salud del animal, provocando, en el caso más grave, su muerte.

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