Aprenda a suministrar sales mineralizadas a su ganado para mejorar la producción
Si existe un suplemento obligado en la alimentación del ganado bovino son las sales mineralizadas, fundamentales para complementar la nutrición de los ejemplares en diferentes etapas de la vida como el crecimiento, durante producción y en el proceso reproductivo.
En todas las latitudes el uso de sales mineralizadas para la nutrición del ganado es esencial en cualquier tipo de explotación ganadera, más allá del piso térmico y de las características de las tierras.
Por buenos que sean, los pastos siempre tendrán deficiencias en sus componentes, por lo que es imprescindible tener un programa de suplementación con sales mineralizadas.
“La sal que se le debe dar a cada hato ganadero debe estar supeditada a la calidad del suelo y, en ese sentido, se deben evaluar sus componentes y mirar cuáles son sus falencias”, afirmó Sebastián Montoya, zootecnista de la Universidad Nacional.
En países tropicales como el nuestro la base de la alimentación del ganado son los forrajes que, dependiendo de las condiciones del suelo, del clima y de otros factores, suelen tener deficiencias de minerales, que se deben suplir de manera directa.
Para tener una nutrición adecuada que les garantice salud y una producción eficiente, un bovino necesita cerca de 15 elementos minerales. Una vaca de alta producción requiere más o menos un gramo de calcio y uno de fósforo para dar un litro de leche.
Otros minerales como el cobre, el selenio, el zinc y el cobalto son necesarios para evitar enfermedades, lesiones, tener buen pelaje y mejorar la producción, entre otros beneficios.
En Colombia se estima que más de 90% de los suelos tienen deficiencias de calcio y fósforo. En regiones altas los pastos tienen suelos con bajo pH, altos en hierro y aluminio. Allí se necesita complementar con nitrógeno, fósforo y potasio.
En el trópico bajo tienen un pH alto y sus condiciones climáticas secan rápidamente el pasto. En ese caso hay que complementar con sales de mayor concentración con el fin de suplir los elementos faltantes.
Suplementar con sales mineralizadas no sólo tiene un objetivo de prevenir diferentes patologías, evitar enfermedades, sino también mejorar la calidad de la producción de carnes y leches.
Las sales para consumo animal deben tener buena biodisponibilidad y buen balance de minerales. Su manejo debe ser diario y controlado. No es recomendable suministrar grandes cantidades en un día o dejar a los animales varios días sin ellas.
El consumo diario de sal por animal varía dependiendo de las calidades del suelo. Se estima que puede estar entre 150 y 250 gramos. “Para sustratos muy pobres, el ideal es un consumo de 250 gr de sal por aminal cada día”, concluyó Montoya.
Las casas comerciales ofrecen presentaciones en varias concentraciones (desde 3% hasta 12%) y diversidad de componentes según los objetivos.
El bulto cuesta en promedio $150.000
El precio de la sal mineralizada depende de los componentes y de la presentación. Lo más común es encontrar bultos de 40 kilos, aunque también hay presentaciones de 50. El valor en promedio en el momento oscila entre $130.000 y $170.000, con un promedio de $150.000, para las referencias de 8% y 6%.