Mañana comienza el máximo evento de la cultura equina colombiana en Rionegro
“Somos productores y criadores del caballo catalogado como el más suave del mundo, que es el criollo colombiano”, dice Lucas Londoño Montoya, director administrativo de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos Colombianos de Silla, Asdesilla, un gremio que reúne a 180 amantes de este animal, cuya economía mueve unos $6 billones al año.
Fundada en 1963, Asdesilla es la encargada de organizar la 63 Expointernacional Equina Feria de las Flores, que irá del 4 al 7 de agosto y que convocará a más de 500 visitantes de Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y el Caribe, y a más de 600 caballos.
En un país con más de 150 exposiciones equinas durante todo el año, la mayoría son locales (clase B), lo que explica el interés de un evento tipo A que puede convocar a 30.000 turistas locales.
Catalogado como un producto autóctono que en 2017 fue declarado como patrimonio cultural y genético por el Congreso, el caballo criollo colombiano tiene cuatro modalidades, o formas de caminar: trote y galope, trocha y galope, trocha y paso fino, que es el más reconocido a nivel internacional y el más suave.
Tanto es así, que este animal es el protagonista de un evento dinamizador de la economía local, la de Rionegro, con un impacto superior a los $13,000 millones, gracias a la llegada de visitantes extranjeros y nacionales, y a los más de 800 empleos directos que genera.
“Además de lo que mueve una competencia de talla mundial, a esa cifra hay que agregar la venta de caballos, la genética, los embriones, el semen, etc”, explica Londoño.
Y es que, además de contar con una afición especializada, alrededor del caballo hay una cultura y unos empresarios que cada año exportan unos 200 animales, cuyos precios oscilan entre US$60.000 y los US$600.000 dependiendo de su tipo.
“Un caballo de alto rendimiento tiene siete personas a su cuidado, desde el veterinario hasta el que lo alimenta y le pone las herraduras”, agrega el vocero de Asdesilla.
EE.UU., República Dominicana y Costa Rica son los principales mercados de exportación, especialmente de los animales de paso fino, los más demandados.
Según los expertos, el caballo nacional mide desde 1,36 metros a 1,48 metros, desde el piso hasta la cruz, que es el punto más alto, cuando come pasto, siendo los de paso finos los más bajos y los trotones los más grandes.