¿El reforestar los bosques puede ayudar a prevenir el cambio climático del mundo?
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¿El reforestar los bosques puede ayudar a prevenir el cambio climático del mundo?

Diversos estudios en medio ambiente advierten que las plantaciones masivas que no estén bien planificadas pueden llegar a ser bastante contraproducentes a nivel ambiental
Bosques - Programa Colombia Sostenible
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Plantar árboles se convirtió en algo fundamental para el sector ambiental del mundo. De hecho, desde los gobiernos más grandes hasta las pequeñas empresas vienen adoptando la reforestación como una de las medidas fundamentales para poder contrarrestar los efectos del cambio climático y mitigar fenómenos urbanos como las islas de calor. Todo este movimiento se debe a que los árboles capturan el CO₂, tienen la posibilidad de regenerar los ecosistemas y ayudan en igual medida a estabilizar el clima. No obstante, la realidad es mucho más compleja de lo que parece a simple vista.

Diversos estudios en medio ambiente advierten que las plantaciones masivas que no estén bien planificadas pueden llegar a ser bastante contraproducentes, pues aunque los árboles cuentan con un indiscutible valor ambiental, plantarlos de manera indiscriminada puede llegar a producir efectos negativos, que van desde la pérdida de biodiversidad hasta un impacto mucho más directo en cuanto a los recursos hídricos y los sistemas alimentarios.

Uno de los principales problemas es la sustitución de ecosistemas naturales por monocultivos forestales. Al introducir árboles en hábitats como praderas, humedales o tierras que estén dedicadas a la agricultura, pueden llegar a afectar de manera importante el equilibrio ecológico. Asimismo, muchas campañas que están dedicadas a la reforestación recurren a especies diferentes o que son de rápido crecimiento, como el caso del eucalipto o el pino, los cuales absorben gran cantidad de agua y pueden empobrecer el suelo o secar las fuentes de agua que estén cerca.

Por otro lado, un efecto que es poco conocido, pero que igual no deja de ser importante, es la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COVs) que se producen por parte de ciertas especies arbóreas. Estos compuestos pueden llegar a reaccionar como contaminantes atmosféricos y contribuir a la formación de ozono a nivel del suelo, un gas que en altas concentraciones resulta perjudicial para los cultivos y para la salud humana.

De igual manera, algunos estudios señalaron que priorizar la plantación de árboles en áreas específicas puede reducir la disponibilidad de tierras que funcionan para la producción de alimentos, especialmente en regiones vulnerables, lo que agrava el problema del hambre y aumenta la inseguridad alimentaria.

Esto no significa que plantar árboles sea una mala idea, pues cuando se hace de forma responsable y adaptada al entorno en el que se encuentre, puede llegar a aportar varios beneficios que están relacionados con restaurar ecosistemas degradados, mejorar la calidad del aire, proteger el suelo y capturar el carbono que está presente en la atmósfera. De acuerdo con los expertos, es clave evitar plantaciones indiscriminadas, mal hechas o simplistas, por lo que apostar por una solución que esté basada en la ciencia ecológica puede ser lo mejor para prevenir cambios climáticos.

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