¿Qué es un cultivo refugio y por qué debe implementarlo si siembra transgénicos?
El cultivo refugio es una buena práctica que se usa en transgénicos o siembras genéticamente modificadas que tienen la característica de resistencia a insectos. En Colombia, este tipo de cultivos tiene dos propiedades especiales, entre las que están la tolerancia a herbicidas.
El refugio solo se aplica a los cultivos que tienen la característica de resistencia a insectos. “La mayoría de los cultivos que siembran los agricultores colombianos tienen las dos características”,explicó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio).
Esta buena práctica tiene como objetivo mantener en campo a insectos susceptibles al material genético de los transgénicos. “El refugio es una por ción del terreno; por ejemplo, el agricultor siembra 100 hectáreas y dentro de esas debe tener un pedazo del predio que no tenga la característica de resistencia a insectos, pueden ser siembras de semillas convencionales o con tolerancia al herbicida”, explicó.
“En el refugio tenemos una población de insectos plaga susceptibles a la tecnología, mientras que en el cultivo transgénico empezamos a generar insectos resistentes a la tecnología. Es algo normal, sucede en la naturaleza, así como nuestras bacterias se adaptan a los antibióticos, los insectos lo hacen a la proteína de los transgénicos, que es tóxica o que mata a algunas plagas”, agregó.
El objetivo es simple, se hace para que los insectos susceptibles se mantengan en campo y aquellos que están en los cultivos transgénicos se apareen con ellos y mantengan generaciones susceptibles.
“No es costoso, lo importante es que el agricultor compre el porcentaje de semilla para el refugio que depende del cultivo. Para maíz es de 10% de semillas convencionales, pero si es de algodón pueden decidir entre dos esquemas: 96%-4% o 80%-20%”, dijo la experta.
Aunque generalmente el refugio se ve muy atacado por las plagas y a veces los agricultores ven esta área como una parte que no es productiva, ahí se pueden aplicar insecticidas que no sean a base de BT, la proteína que tienen los cultivos resistentes a insectos.
“Decidir de los esquemas depende de la cantidad de insectos plaga que haya en campo. La única diferencia en el algodón, es que en la relación 96%-4% no se puede aplicar ningún herbicida para no matar a los insectos susceptibles, porque la población es tan pequeña que no se deben atacar”, añadió.
En la práctica, instalar un refugio es muy sencillo. Primero se debe insertar un pedazo en bloque a una distancia no mayor de 500 metros del cultivo, luego sembrar a la par que el transgénico, para que los insectos tengan de lo mismo para comer a lado y lado. “Se debe aplicar el porcentaje que es específico para cada cultivo, y la recomendación es que se maneje con insecticidas que no sean a base de BT.
La experta recordó que, en 2021, Colombia sembró 150.000 hectáreas de cultivos transgénicos, de los cuales 140.000 eran de maíz y 7.000 eran de algodón.
Algunas entidades del sector como el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Acosemillas y Agro-Bio hicieron un llamado a los agricultores que siembran este tipo de cultivos a que implementen la práctica de refugio.
“Queremos promover la implementación de las mejores prácticas con el uso de estas semillas y que los agricultores que las siembran puedan aprovechar sus beneficios para el control de plagas y, de esta manera, bajar costos en la producción, fortalecer la producción agrícola y la seguridad alimentaria”, comentó Alberto Rosero, subgerente de Protección Vegetal del ICA.
Una de las ventajas de usar semillas con tecnología Bt, según explicaron desde Agro-Bio es la reducción de aplicaciones de insecticidas químicos. También mejora la calidad del grano al disminuir el daño de insectos y disminuye los niveles de micotoxinas, que son perjudiciales para la salud humana y animal.
Los insectos también pueden adaptarse
Según María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio, los insectos, como cualquier ser vivo, pueden adaptarse y adquirir resistencia, por lo cual, se hace necesario aplicar buenas prácticas que faciliten mantener la eficacia de la tecnología, “para lo cual contamos con un programa de manejo de la resistencia de los insectos, llamado Mari, basado en múltiples estrategias, entre ellas la siembra del refugio, cuyo objetivo principal es demorar el surgimiento de insectos resistentes”. Es importante que los agricultores continúen con un buen manejo fitosanitario.