Estudio reveló que los transgénicos redujeron 17% la huella ambiental de la agricultura
Un estudio que fue publicado en la revista especializada GM Crops & Food reveló que los cultivos transgénicos disminuyeron la huella ambiental de la agricultura en 17%, tras reducir el uso de 14.700 millones de litros de combustible que equivaldrían a 39.100 millones de kilogramos de emisiones de carbono.
Esto, tras analizar el impacto de los cultivos transgénicos desde que fueron adoptados hace 25 años, en un periodo que comprende entre 1996 y 2020.
Entre los hallazgos del estudio se encontró que estos cultivos aumentaron la producción mundial de alimentos y fibras, ya que, según la investigación, permitió que los agricultores cultivaran más sin necesidad de aumentar la frontera agrícola.
Graham Brookes, autor de la investigación, señaló que la tecnología de cultivos GM continúa haciendo una contribución importante para reducir la huella ambiental de la agricultura y asegurar el suministro mundial de alimentos de manera sostenible. “Ha reducido la presión para traer nuevas tierras a la agricultura, lo cual es vital si el mundo quiere mantener y restaurar los hábitats naturales y la vegetación claves para muchas especies de plantas, vida animal, y almacenamiento de carbono”.
Según el estudio, para poder mantener los niveles de producción mundial de soya, algodón, maíz y canola para 2020 sin semillas transgénicas, se hubiesen requerido 23,4 millones de hectáreas adicionales.
“Los cultivos genéticamente modificados han tenido un impacto positivo significativo a nivel ambiental pero también en los ingresos de los agricultores como resultado de la eficiencia de estos cultivos y el ahorro en insumos para su producción”, explicó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio.
El estudio arrojó que los ingresos de los agricultores mediante el uso de esta tecnología aumentaron más de US$261.300 millones, equivalente a una ganancia promedio de US$112 por hectárea. En Latinoamérica, por ejemplo, los ingresos a nivel de finca fueron superiores a US$71.600 millones.
También se evidenció que los agricultores recibieron US$5,22 adicionales por cada dólar adicional invertido en semillas de cultivos GM.
Panorama local
Colombia no ha sido ajena a esa situación y desde que se adoptaron los cultivos transgénicos en 2003 hasta 2018, los agricultores aumentaron sus ingresos en US$301,7 millones en un periodo de 15 años.
Al igual que en la coyuntura internacional, también se aumentó la productividad en cultivos como el maíz y la fibra de algodón, sin necesidad de aumentar la frontera agrícola, con un aporte de 630.000 toneladas.
En materia ambiental, por ejemplo, se redujo el uso de productos para controlar plagas en 27% en cultivos de algodón GM y 65% en maíz GM.