"Sin los preceptos básicos de seguridad jurídica pondremos en jaque lo que ya hay"
Durante el Congreso Agropecuario Nacional de la SAC, Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, aseguró que no se le puede pedir a los productores que sean competitivos, rentables y sostenibles sino hay seguridad en el campo.
“La situación se ha agravado, pero no hay que decir que se deterioró con el cambio de Gobierno, sino viene de tiempo atrás.El segundo elemento es la seguridad jurídica, no puede pretenderse que con la inseguridad que hay sobre la tenencia de la tierra el productor invierta, sin los preceptos básicos acá no habrá ninguna transformación y pondremos en jaque lo que ya hay”, explicó.
El líder gremial aseguró que hay una combinación de las invasiones y los decretos que generan controversia, “hay fincas con cultivos de palma productivos que son invadidos y pretenden que el Estado se los entregue”.
También dialogó sobre el tema de la variabilidad climática que, en su opinión, es el reto más significativo que tiene el sector agropecuario a nivel mundial y en el que Colombia no es la excepción. “Esto ha hecho cada vez más difícil anticipar cuando serán las lluvias, que eran mucho más predecibles antes que ahora. Por fortuna, los fenómenos de La Niña nos ayudaron mucho porque estuvieron distribuidas favorablemente en el caso de la palma”.
Pérez Marulanda dijo que el fenómeno de El Niño tiene a los palmicultores en alerta, principalmente en los próximos dos trimestres que es donde se espera que llegue el pico de sus efectos. ”En la palma los efectos de la sequía se reflejan hasta 24 meses después, no es inmediatamente en la producción. La infraestructura de riego y drenaje es fundamental”.
También aseguró que la palmicultura colombiana no tiene mucha distancia con la productividad de palma en el mundo, con un cierre de 3,7 toneladas de aceite crudo por hectárea. “Lo que si debemos entender es que la productividad varía mucha dependiendo de la región por la oferta ambiental que predispone el potencial productivo del cultivo. La convicción entre la genética y la alimentación de las plantas son la clave”.
Finalmente, resaltó la importancia de la figura de la parafiscalidad, pues “buena parte del brazo de investigación está financiado por los recursos que los mismos palmicultores aportan. El primero, la transferencia de tecnología y conocimiento; y el segundo, junto al programa de aceite de palma sostenible de Colombia.
“La investigación ha sido el pivote de Fedepalma, $3 de cada $4 se invierten en investigación y transferencia de tecnología. Los palmicultores de menor escala serían los que menos investigación harían por sí mismos”, concluyó.