La industria de plantas aromáticas exportó US$49,2 millones y creció 16% en 2022

Uno de los mercados más diversos y que no ha sido explotado en el agro local es el de las plantas aromáticas y medicinales. No solo tiene una alta demanda en países como Estados Unidos, Canadá, Australia y en naciones europeas, sino que fue un segmento que creció 16% en exportaciones durante 2022 y que vendió casi US$50 millones.

Según cifras del Instituto Humboldt y Royal Botanic Gardens Kew, a través de su proyecto “Plantas y Hongos útiles de Colombia”, hay 5.108 especies con usos medicinales, que representan 15% del total mundial para estos fines. De ese total, 3.679 son nativas y 275 endémicas.

Las cifras de Procolombia muestran que hay 6.000 especies de hierbas aromáticas y medicinales, un número cercano al entregado por el Instituto Humboldt, que solo registró el segundo grupo.

Las hierbas aromáticas son pertenecientes al subsector de otros productos agrícolas, y las exportaciones de estos productos durante el periodo de enero a mayo de 2023, según las cifras más recientes de Procolombia, superaron US$22,4 millones. Esto es un crecimiento de 2% respecto a lo registrado en el mismo periodo de 2022.

“Las exportaciones de hierbas aromáticas vienen presentando un crecimiento sostenido en los últimos meses, principalmente por mayores compras de mercados como Estados Unidos, Canadá y Bélgica, en donde hay una marcada tendencia y preferencia por los productos saludables, un segmento en el que Colombia puede aumentar su participación como proveedor internacional”, explicó Carmen Caballero, presidenta de ProColombia.

En el periodo analizado, Estados Unidos es el principal mercado de exportación, con ventas por US$18,7 millones, seguido de Canadá ($2,1 millones), Australia (US$378.957), Panamá (US$308.804), Bélgica (US$251.459), Alemania (US$158.074) y Portugal (US$105.000).

Pero las plantas aromáticas no solo tienen un amplio mercado internacional, sino que tienen un alto consumo en el país. En 2020 el Instituto Humboldt, financiado por el Instituto para la Economía social del Distrito, desarrolló una investigación en la Plaza Samper Mendoza, en Bogotá, en la que encontró 391 especies, de las cuales 201 son nativas y 163 son exóticas.

“Entre estas, las siguientes cinco especies comercializadas son endémicas o exclusivas del país: la mazorca de agua (Gunnera schultesii), el quereme hembra (Cavendishia tryphera), el sacasal (Ditassa caucana), el pega pega (Ernestia ovata) y la santa María (Onoseris purpurea)”, explicó, Germán Eduardo Torres, investigador del Centro de Colecciones y Gestión de Especies del Instituto Humboldt.

Dicho listado incluye especies aromáticas, plantas usadas como condimento, especia o como harina. También hay 25 ornamentales, tres especies que se usan para envolver, 12 con uso cosmético y 18 que tienen otros usos.

Las especies más apetecidas

Según ProColombia, la albahaca es una de las plantas aromáticas más apetecidas en el mercado. En el mismo listado se incluyen tomillo, romero, cebollín, menta, estragón, orégano, eneldo, mejorana y salvia. Muchas de estas plantas son usadas con fines gastronómicos, algunas para condimentar los platos y otras para bebidas calientes, como en el caso de la menta. Este es un segmento que tiene mucha diversidad de plantas.

"Nacimos para erradicar el machismo arraigado al campo”

Hace casi 20 años, en 2004, nació la Asociación de Mujeres Campesinas Buscando Futuro, en el municipio de Marinilla, en Antioquia, que actualmente se dedica a la producción, transformación y comercialización de hierbas aromáticas y medicinales. Rosa Angélica Duque, su representante legal, habló sobre el presente de la organización y de los retos que enfrentan en la región.

¿Por qué nació la asociación?

Esta es una organización que nace por lo invisibilizado que ha sido el trabajo de la mujer campesina, por la erradicación del machismo tan arraigado en el campo y la autonomía económica de las mujeres.

¿Cuánto llevan operando?

Llevamos 18 años como organización social, en los que nos propusimos sacar adelante unos temas como el económico y productivo, social y organizativo, valoración y autoestima, y el de no permitir las violencias.

¿Cuántas personas están asociadas?

Nacimos con 41 asociadas en 2004 y empezamos a crecer mucho, nos preguntaban de dónde veníamos. Pero en este momento tuvimos que hacer un cambio de criterios para ver quiénes eran las que estaban aportando, quien quiere compartir, aprender y trabajar por un bien común. Ahora somos 36, conformadas por cinco hombres y 31 mujeres.

¿Cuánto producen al mes?

Estamos sacando más o menos una media tonelada en aromáticas, pero tenemos varios productos como las tisanas y los shampoos, que son resultado de una extracción de aceites esenciales y quedan unos subproductos que son el hidrolato y el extracto.

Tenemos una planta de harina de leguminosas y fríjol, trabajando en algo orgánico y más limpio. Los mezclamos en productos más ancestrales, como la variedad de petacos, que es un fríjol que se da silvestre y lo recogemos, y un biofortificado orgánico que lleva una soya de ese tipo y otras leguminosas de la zona.

¿Cuáles son los principales retos de la asociación?

Entre los principales retos está visibilizarnos, que las mismas mujeres se crean capaces. El clima también es tremendo, no hemos podido volver a sembrar; las distancias entre las diferentes veredas de la asociación; muchas de las mujeres son muy mayores, estamos haciendo el acompañamiento generacional, estamos empeñadas en eso.