La embarrada colectiva que les costará $400.000 millones a las cooperativas cafeteras
Agricultura

La embarrada colectiva que les costará $400.000 millones a las cooperativas cafeteras

Lo que se le adeuda a Fedecafé es una cifra cercana a US$100 millones, que se traducen en el compromiso de 34 millones de kilos
Bloomberg
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La ‘bonanza de precios’ que tanto se ha escuchado hablar en el último año, precisamente por los históricos precios internacionales del café que lo tienen sobre los US$3,2 la libra en la Bolsa de Nueva York, es definitivamente una cortina de humo involuntaria que oculta un problema que adeuda el patrimonio de los cafeteros en más de $400.000 millones, aunque algunos dicen que la cifra puede llegar hasta $1 billón. Es el caso de las cooperativas de café.

¿Qué sucedió?

Todo empezó en 2017, durante el Gobierno de Iván Duque cuando, junto con la Federación Nacional de Cafeteros, decidieron lanzar una estrategia de compra de café para entrega futura, que era básicamente buscar cooperativas cafeteras para pre-comprar su cosecha en un mercado donde el precio a futuro era mayor.

Gráfico LR

Este programa relacionaba precios entre US$0,80 y US$0,90 por libra de café durante el periodo 2018-2020. Hasta aquí, todo va de maravilla. El cafetero se gana una utilidad adicional por hacer un contrato a futuro. Sin embargo, la secuencia de errores empezó cuando las cooperativas empezaron a cantar operaciones futuras a la Fedecafé sin ninguna garantía de entrega de producción.

Sobre el papel, las operaciones a futuro se pactan formalmente mediante la entrega de un certificado del Comité de Cafeteros que garantice la capacidad de producción, y así mismo respalde la entrega de la carga. “El Comité tiene la función de garante porque tiene la certeza del número y edad de los árboles que tiene cada productor, por lo que confirma la capacidad de entrega de cargas”, explicó Guillermo Trujillo, analista cafetero.

Cuando se entrega el certificado por parte de la cooperativa a la FNC, esta última canta la operación en Nueva York, y se comprometen las cargas en la Bolsa. Sin embargo, cuando las cooperativas empezaron a cantar operaciones sin garantía de entrega, lo que se llama como tomar una “posición propia” en bolsa, la Federación siguió tomando las operaciones y transándolas en la Bolsa de Nueva York. “La carga estaba casi que llegando a los $700.000 en ese momento, por lo que esta estrategia se presentaba como una oportunidad para generar más utilidades a los cafeteros. En esa época daban futuros a $1,2 millones, y la carga de café estaba a $860.000, en verdad era muy bueno”, coinciden expertos.

Cambio de rumbo

En 2020, una helada histórica, junto con sequía, mermó las cosechas de café arábica de Brasil, el mayor productor del mundo, por lo que hizo recortar las previsiones de cosechas, y ajustó la oferta en el mercado internacional y el precio del grano de café se disparó.

LOS CONTRASTES

  • Gustavo GómezDirector ejecutivo de Asoexport

    “Es importante que tanto los productores, como los comercializadores honren sus compromisos de café a futuro, con el objetivo de poder utilizar estos mecanismos con garantías”.

  • Germán BahamónGerente de la Federación Nacional de Cafeteros

    “No somos verdugos, sino guardianes de la estabilidad del sistema. La FNC hará uso de herramientas para ejercer el cumplimiento de los acuerdos sobre las entregas de los pactos de café a futuro”.

El pacto de entrega a futuro por carga de café fijado en julio del 2021 estaba a $1,5 millones con referencia de US$0,177 libra en la Bolsa de Nueva York, precio que para julio de 2022 subió a $1,65 millones con referencia de US$0,183 libra.

“La carga interna a $1,9 millones, obvio que nunca habían visto ese precio, por eso no lo entregaban a $1,2 millones, que era lo que se había pactado inicialmente, estaban prácticamente que perdiendo plata”, complementa Trujillo.

La situación empezó a empeorar, según explican, cuando la Federación entregó plazos a cooperativas incumplidas con las entrega pactadas para 2022 y 2023, fecha en la que debieron entregar más de 13 millones de kilos de café pergamino equivalente. En este momento, se deben 34 millones de kilos.

¿Quiénes son los que deben?

Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, aseguró que, de 34 millones de kilos que adeudan las cooperativas, solo 1% está en los caficultores. “Hay 45% de esos compromisos de contratos a futuros que son posiciones propias sin respaldo de los cafeteros”, mencionó.

Y aquí viene el otro problema, y es que mientras más crezca el precio internacional, como se está viendo ahora, las cooperativas tienen que pagar más pesos colombianos por compras pactadas a menor precio. “El tamaño del problema, con una carga sobre los $2,6 millones y en bolsa sobre los US$3,2, está sobre los $400.000 millones si son 34 millones de kilos, ya que sería la diferencia de comprar una carga a $2,6 millones y entregarla a $1,2 millones. Es una pérdida millonaria”, complementan analistas.

“No somos verdugos, sino guardianes de la estabilidad del sistema” dijo Bahamón, frente a los incumplimientos, planteando la preocupación por los compromiso desde 2021. y fue enfático en decirles que deben cumplir. “La FNC hará uso de herramientas para ejercer el cumplimiento de los acuerdos de las entregas de café a futuro”, aseguró el líder gremial.

Mala suerte

Cuando Bahamón tomó las riendas del asunto de la deuda por parte de las cooperativas, lanzaron un programa de incentivos que otorgaba $600.000 para que las que habían pactado a $1,2 millones y veían el precio sobre los $1,3 millones, entregaran el café cuanto antes de que subiera el precio más.

Cuando la cosecha estaba a $1,8 millones, se le daban este incentivo y se partía la perdida por la mitad. La diferencia entre $1,1 y $1,8 son $700.000 y con el estímulo, el cafetero perdía $100.000 o $200.000 y saldaba la deuda, pero el precio internacional, volvió a dispararse y el problema se encrudeció.

Lo que salvaría a las cooperativas

Si bien el precio internacional rompió barreras y continúa con su senda alcista, hay que recordar que en 2020, cuando hubo la helada en Brasil, se anunció la siembra de 400.000 hectáreas de café que, si cuadran los tiempos, debe estar por dar floración en el próximo año.

“He visto situaciones como estas. Aquí lo único que salvaría de la deuda es una crisis en el precio internacional. No es tanto que las cooperativas paguen, es que no tienen con qué producción cumplir, las cargas no dan”, aseguró Trujillo.

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