Frutas como el limón subieron 157% y el bulto se comercia en promedio en $450.000
Nuevamente la inflación subió y tocó un nuevo techo de 13,34%, la cifra más alta durante este siglo.Los alimentos y las bebidas continúan siendo los que más jalonan el IPC con un aporte de 4,05 puntos porcentuales del total del último año.
Piedad Urdinola, directora del Dane, explicó que este comportamiento se dio principalmente por la influencia de las frutas frescas, que tuvo un alza de precio de 27,1%, y fue jalonado por mango y limón.
En tan solo un periodo de dos meses, el bulto de limón Tahití de 70 kilos subió más de 157%, y se convirtió en el alimento con mayor aumento de los que se comercian en Corabastos, ya que pasó de $410.000 a $450.000.
Otra fruta que tuvo un incremento importante fue la piña gold, que tuvo un alza de 20% en el mismo periodo de tiempo, pues la caja de 11 kilos subió de $25.000 a $30.000.
Pero ahí no acaba el golpe al bolsillo del consumidor, porque la fresa también tuvo un incremento importante de 14% y el kilo subió de $7.000 a $8.000. Otra de las frutas que más se comercia es el lulo, del cual la canastilla de 25 kilos subió de $110.000 a $120.000, un aumento de poco más de 9%.
Pero algunas frutas se mantienen estables, como sucede con la naranja Armenia, que actualmente cuesta $85.000 el bulto de 50 kilos. Entre las que bajaron se encuentra la papaya maradol, la cual cayó a $35.000 la caja de 18 kilos, una baja de 12%.
Los mangos fueron de los más afectados durante 2022, y casi todas sus variedades tuvieron incrementos en sus precios. Esto se dio, en parte, por el fenómeno de La Niña, que no dio tregua en más de 30 meses.
“El mango es muy delicado en su floración, el exceso de humedad dala esta etapa de la fruta y disminuye la producción”, explicó Álvaro Palacio, presidente de Asohofrucol.
Y es que, aunque los pronósticos apuntaban a una reducción en las lluvias con la llegada del fenómeno de El Niño, el último reporte de predicciones climáticas de corto y largo plazo del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) muestra que las precipitaciones se extenderían hasta agosto con una intensidad de 40% en ciertas regiones.
En el café, por ejemplo, el exceso de agua de manera ininterrumpida durante casi 30 meses causó una menor luminosidad y bajaron las floraciones de los cafetales. “La respuesta a la caída en la producción la encontramos en el cambio climático”, dijo Roberto Vélez, exgerente general de Fedecafe.
Desde el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) dijeron que las enfermedades foliares se ven favorecidas por las altas precipitaciones. Por ejemplo, en el caso de los frutales y hortalizas ataca la antracnosis, la alternaria en los cítricos, la gota de la papa, la sigatoka negra en musáceas y botrytis en flores, frutos y hortalizas. También hay síntomas asociados a patógenos que están en el suelo.
Debido a una mayor productividad y una baja considerable en la producción de ciertos productos agropecuarios, los costos se incrementaron en los mercados mayoristas.
“Los cultivos en general sufren por problemas asociados al exceso de agua, sin embargo, algunos más susceptibles son las raíces y tubérculos, ya que adicional a los problemas fisiológicos que generan en la parte aérea se encuentran las pudriciones en las partes comercialmente útiles del cultivo, como la yuca, batata, arracacha, papa, entre otros”, explicó Rommel Igor León Pacheco, investigador máster senior del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia.