Fenalce entrega más de 33 toneladas de semillas mejoradas a pequeños agricultores
La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) dio un paso clave en el fortalecimiento del agro colombiano al entregar 33.400 kilos de semillas mejoradas de maíz y fríjol caupí a 1.670 pequeños productores de nueve departamentos del país.
El objetivo es apoyar a las familias campesinas afectadas por las variaciones climáticas y el alza en los precios de los granos, promoviendo una producción más sostenible, rentable y segura.
Las entregas se realizaron en el marco de los proyectos “Fomento a la siembra de maíz como alternativa de rotación y asocio sostenible en agrosistemas sustentables” y “Fomento al cultivo de fríjol caupí en la pequeña agricultura familiar y comunitaria de la costa Caribe colombiana”.
Ambas iniciativas cuentan con el apoyo del Fondo Nacional de Cereales y el Fondo Nacional de Leguminosas, que respaldan tanto la entrega de semillas como el acompañamiento técnico a los beneficiarios.
El proyecto de fomento al maíz beneficiará a 420 pequeños agricultores de Córdoba, Sucre, Bolívar, Cesar, Huila y Tolima, con la entrega de 8.400 kilos de semillas de maíz amarillo FNC 8134. Cada productor recibió una bolsa de 20 kilos, equivalente a una hectárea de siembra, con el propósito de impulsar la rotación de cultivos y fortalecer la seguridad alimentaria nacional.
“El maíz es clave tanto para la nutrición de las familias rurales como para la economía del país, pues seguimos importando buena parte del grano que consumimos. Por eso buscamos generar capacidades locales de producción sostenible y acompañar a los agricultores con asistencia técnica y capacitación”, explicó Arnulfo Trujillo Díaz, gerente general de Fenalce.
Se espera que la siembra de estas 420 hectáreas produzca cerca de 2.520 toneladas de maíz, destinadas principalmente al mercado local y al consumo humano, en alimentos tradicionales como arepas, hallacas, envueltos y peto. Con una inversión superior a $500 millones, el proyecto inició en octubre de 2025 y se extenderá hasta marzo de 2026, incluyendo asistencia técnica, capacitación y apoyo a la comercialización asociativa.
La iniciativa no solo impulsa la producción, sino que también mejora la seguridad alimentaria de unas 420 familias campesinas, quienes podrán acceder a un alimento básico rico en proteínas y carbohidratos.
En el plano económico, el maíz representa una oportunidad para generar ingresos locales mediante la venta de mazorcas y granos secos, y desde lo ambiental, es una alternativa sostenible de rotación de cultivos, adaptable a diversos pisos térmicos.
Fríjol caupí: proteína vegetal para la región Caribe
El segundo proyecto, “Fomento al cultivo de fríjol caupí en la pequeña agricultura familiar y comunitaria de la costa Caribe colombiana”, busca fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional de la región a través de la entrega de 25.000 kilos de semillas mejoradas.
Esta iniciativa beneficia a 1.250 productores de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira, quienes sembrarán alrededor de 1.250 hectáreas con el objetivo de producir 1.625 toneladas de grano, contribuyendo a la sustitución de importaciones y a la generación de ingresos locales.
“El fríjol caupí se está convirtiendo en una alternativa económica y alimentaria clave para las familias del Caribe. Hoy ha pasado de ser un alimento de temporada a un producto de consumo cotidiano”, destacó Trujillo Díaz.
Con una inversión superior a $300 millones, el proyecto se desarrolla durante todo el 2025, con actividades de capacitación, asistencia técnica y acompañamiento permanente a través de las Umatas municipales.
Fenalce subrayó que ambos proyectos están diseñados con un enfoque de sostenibilidad integral: económica, al mejorar la rentabilidad mediante prácticas innovadoras y reducción de costos; técnica, gracias a la adopción de tecnologías y capacitación de líderes rurales que replicarán el conocimiento; y social, promoviendo la organización comunitaria para la compra de insumos, comercialización de granos y desarrollo de cadenas de valor locales.
“Nuestro propósito es seguir construyendo un campo más productivo, resiliente y con oportunidades para todos los agricultores colombianos”, concluyó el gerente general de Fenalce.