El uso de transgénicos podría ser una opción para mejorar la agricultura sostenible
El doctor en Bioquímica y Biología Molecular José Miguel Mulet, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, afirmó que los transgénicos son cosas tan cotidianas como fármacos, jabones o prendas de vestir que la utilizan también, por lo que “la mejor forma de la agricultura orgánica sería que usara transgénicos, ya que en 25 años de trabajo esta tecnología ha mostrado ser razonablemente segura y la que más rápida implantación ha tenido”.
El pronunciamiento se hizo en el evento 'El rol de la ciencia en una agricultura sostenible, una charla sobre la tecnología y la innovación en los cultivos', organizada por la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio), la Embajada de los Estados Unidos en Colombia y la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas), con la colaboración de la Universidad Nacional de Colombia y las Universidades de los Llanos, de Pamplona y del Tolima.
“Todo lo que comemos, bebemos o fumamos viene de un proceso de domesticación, que es la formación de nuevas especies”, señaló el conferencista. Además consideró que es clave entender que la naturaleza nos lleva millones de años de ventaja haciendo cambios de genes, experimentos y selecciones artificiales y que lo más conveniente es mejorar la agricultura, la ganadería o la salud, para tener una ventaja que nos haga la vida más fácil.
En este sentido, el investigador argumentó que la tecnología transgénica se puede usar para mejorar las propiedades nutricionales, enriquecer plantas con antioxidantes, pero también para que los alimentos tarden más en pudrirse y aguanten más en un supermercado o para que sean más resistentes a plagas. "De hecho, una de las vacunas contra COVID-19 se está haciendo con plantas transgénicas”, mencionó.
Según datos de Agro-Bio, en 25 años de esta tecnología, 250 instituciones en el mundo avalan su inocuidad, lo que se respalda en más de 2.000 estudios científicos y el apoyo de más de 150 ganadores del Premio Nobel.
Mulet aseguró además que no existe ningún estudio científico que compruebe algún caso de impacto negativo.