El ecocidio de uno de los lugares más hermosos para avistamiento de aves en Cauca
Nuevamente, el norte del Cauca está envuelto en hechos graves de inseguridad que afectan el orden público de la región, que no solamente se ha limitado a las invasiones por parte de ciudadanos a propiedades privadas o bienes del Estado, sino que termina en acciones que destruye la producción de los empresarios y en ecocidio de las zonas naturales.
Esta vez la víctima fue uno de los lugares con mayor prestigio y reconocimiento para el avistamiento de aves, ubicado entre los municipios de Caloto y Santander Quilichao, el cual fue destruido y posteriormente incinerado el pasado fin de semana, situación que afectó cerca de 107 hectáreas en la región. Los ecocidas se autodenominaron como nietos de Manuel Quintín Lame.
En Los Secretos de Darcy Queen, en La FM, aseguraron que los ministerios de Medio Ambiente e Interior no se han pronunciado ante los hechos porque son personas de comunidades indígenas, aliados y electores del Pacto Histórico.
La Alcaldía de Caloto ha liderado, junto al Ejército Nacional, este problema que escaló hasta convertirse en lo que el código penal califica como ecocidio. Aunque han pasado seis días desde los hechos, ni el Gobierno Nacional, ni la jefa de la cartera de Ambiente, Susana Muhamad, se han pronunciado al respecto.
Los actores involucrados explicaron que dichas acciones también pudieron terminar en homicidios, puesto que el grupo organizado se tomó la vía que comunica a los dos municipios, a la altura de la vereda Caicedo, lo que no permitió el paso de los bomberos para controlar el incendio, situación que, según las fuentes consultadas, constituye un acto de delito internacional humanitario.
Las afectaciones de orden público, según cifras de Procaña, ha hecho perder 6.000 empleos entre directos e indirectos desde 2014. Las comunidades denunciaron que los trabajadores de este bosque seco tropical del sector del río Japio están siendo perseguidos y viven con la amenaza de que les incendien sus casas, ante el silencio de las autoridades.
Cabe recordar que, según las cifras de diferentes gremios del sector como Asocaña, Procaña, la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Cauca, el Comité Intergremial Empresarial del Valle del Cauca y el Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, durante 2022, fueron destruidas 1.000 hectáreas de caña.