Aprenda a capturar microorganismos benéficos para ser usados en la tierra de su finca
Aprender a capturar microorganismos eficientes para usarlos en agricultura tiene grandes beneficios para los productores. No solo mejora las condiciones del suelo, restableciendo el balance químico y físico del mismo, sino que se ha demostrado que puede aumentar la producción agrícola.
A través de la conservación de los recursos microbiológicos propios los productores también conservan dinero. Javier Hidalgo, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional, explicó que hay varias formas de capturar estos seres vivos. “Se pueden aprovechar las hojarascas de los bosques, el suelo de la leche, los excrementos de los animales que se tengan, sean cabras, vacas o cerdos; además puede aprovechar la melaza, un insumo agrícola que está al acceso de muchas personas”.
Una de las recetas para la captura de microorganismos de los bosques, de las fincas y del suelo de las mismas se hace a través de una mezcla de hojarasca con agua lluvia y melaza, para empezar a reunir poblaciones microbiales.
“Usted puede hacer biopreparados con el excremento de los animales de su finca y con los sueros de la leche y dentro de ellos también puede usar los abonos químicos, pero en menores proporciones”, explicó.
Los agricultores también pueden recolectar bacterias acido lácticas, que salen de una mezcla de suero de leche, agua lluvia y melaza. Algunos ingenieros agrónomos también añaden levadura a la mixtura, para potencializar la captura de microorganismos eficientes.
“Un método un poco más tecnificado es hacer un arroz sin sal y ponerlo en el bosque para que las bacterias lo colonicen y después propagarlo con agua lluvia y melaza, uno atrapa esos microorganismos para hacer biopreparados que le ayuden a aprovechar los insumos que usualmente se usan como las ureas, sulfatos, abonos triple 15, nitratos, entre otros”, agregó.
El experto advirtió que, independiente de si se usan o no los abonos químicos en estas mezclas, “lo que hacen las bacterias y los hongos recolectados que crecen a través del uso de agua lluvia y melaza es aprovechar mejor los recursos químicos que tiene el suelo; es decir, a los elementos de la tabla periódica”.
Esto sucede porque el uso excesivo de abonos crea una acumulación que hacen más salino el suelo. “Cuando usted empieza a utilizar microorganismos es como si les diera a las raíces de la planta más dientes para que desbaraten y peguen en forma más simples los nutrientes y aseguramos una absorción más rápida en cada ciclo de cultivo y evitamos que los suelos se vuelvan salinos y se degraden”, explicó.
Una de las formas de potenciar este tipo de mecanismos es a través de los policultivos, pues ayuda a que se puede sembrar en grandes cantidades.
El gran debate entre la agricultura ecológica, agroecológica y tradicional se da cuando se llega a la discusión de la productividad, que usualmente los detractores de la agricultura orgánica aseguran que no se puede cultivar en grandes cantidades.
“Yo me atrevería a decir que si somos muy productivos y que además este tipo de arreglos microbianos y fúngicos acompañados de la melaza y de abonos tradicionales se pueden potenciar abandonando el monocultivo. Podemos volver a las formas tradicionales donde se sembraba el frijol y el maíz junto, también se ponía la ahuyama en la parte de abajo, este tipo de agricultura también es más diversa, para que funcione en cantidades, se debe acompañar de policultivos y cobra importancia en este contexto de petróleo caro e insumo caro”, concluyó.