Estas son las nuevas tecnologías que pretenden mejorar etapas como la poscosecha
En la actualidad, la eficiencia en el agro ya no solo se limita a la siembra, riego o cosecha, debido a que las nuevas tecnologías están apuntando a poder mejorar la etapa de la poscosecha, que es tan importante para determinar la calidad de los productos y la rentabilidad de los mismos.
Aunque algunos expertos afirman que, mientras la agricultura de precisión continúa avanzando con herramientas sofisticadas gracias al uso de drones y sensores satelitales, la gestión que se está llevando posterior a la cosecha aún enfrenta problemas, ya que no solo se trata de la falta de implementación en tecnologías, sino también del descuido que muchos tienen frente a la conservación de los granos una vez almacenados.
Por esta razón, una de las tecnologías más populares para esta etapa es la silobolsa, que es capaz de contener entre 29 y 67 hectáreas de producción por unidad, dependiendo de cada cultivo. Además de que permite conservar los granos con pérdidas mínimas, su eficiencia depende de algunas variables como el sellado corrector, tener un monitoreo constante y el mantenimiento adecuado de la máquina.
Adicionalmente, el uso de termoselladora permite el control de plagas y medir el dióxido de carbono, con el fin de poderse anticipar a problemas como el deterioro de alimentos o el desarrollo de focos de calor en los lugares de almacenamiento.
Por otro lado, también son importantes los sistemas de almacenamiento más complicados, como, por ejemplo, las plantas de silos, las cuales ayudan a limpiar, secar y conservar el grano con un mayor control.
Si bien necesitan de un poco más de inversión, brindan grandes beneficios comerciales y operativos, especialmente cuando se habla de incorporar tecnologías como termometría, aireación automática o secado de precisión.
Teniendo en cuenta esto, la innovación más destacada en este momento es el sistema Co2ntrol, que da la posibilidad de anticiparse a problemas internos por medio del monitoreo del dióxido de carbono, convirtiéndose así en una herramienta buena para prevenir pérdidas por sobresecado.