La mejor manera para detectar el estrés por calor en bovinos gracias a la tecnología

El estrés por calor en bovinos, representa un desafío significativo en el sector ganadero, ya que afecta el bienestar de los animales y, por ende, su productividad, que se traduce en pérdidas económicas. Tradicionalmente, la detección del estrés se ha basado en métodos invasivos y poco prácticos, como la medición de la temperatura rectal o ruminal. No obstante, avances recientes han permitido que la termografía infrarroja (IRT-Eye), sea una herramienta eficaz y nada invasiva para poder llegar a una detección temprana del estrés térmico en vacas.

La IRT, permite medir la radiación infrarroja emitida por los cuerpos, debido a que facilita la obtención de lecturas mucho más rápidas de la temperatura en superficies como los ojos de los bovinos. Estas mediciones reflejan cambios en la temperatura corporal interna sin necesidad de procedimientos dolorosos en algunos casos, lo cual indicaría que a través de la termografía se puede monitorear el bienestar de los animales en condiciones de calor extremo, como los que se viven en algunas zonas del país actualmente por el cambio climático.

La aplicación de la termografía infrarroja en granjas y sistemas de engorde podrían transformar la manera en la que los ganaderos suelen gestionar el bienestar de los bovinos durante los meses más calurosos. Al detectar cambios en la temperatura ocular de manera temprana, los productores pueden intervenir de manera oportuna antes de que el calor excesivo pueda causar daños irreversibles, como el uso de sombra, ventilación o sistemas de aspersión de agua.

Finalmente, el uso de la termografía infrarroja en granjas se presenta como una herramienta prometedora para poder detectar de manera temprana el estrés por calor en bovinos, al ofrecer una alternativa no invasiva y eficiente para medir la temperatura interior, que contribuye no solo al bienestar animal sino también a mayor optimización de la producción ganadera.