La alimentación probiótica en bovinos y equinos triplica la producción y calidad

"Somos lo que comemos", reza un refrán universal con respecto a la influencia de la alimentación en nuestro estado de bienestar, por lo que entra a ser un paso clave lo que se le da a la producción primaria de, en este caso, la carne en Colombia, que nos entrega la ganadería extensiva.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, los carbohidratos, como el azúcar y el almidón se queman en el cuerpo produciendo energía. Las grasas se descomponen en el cuerpo para obtener carbohidratos y agua. El hombre y los animales almacenan en el cuerpo los carbohidratos en forma de grasas.

Si un animal no ingiere en su alimentación suficientes grasas, proteínas o carbohidratos, no se desarrolla bien, disminuye su producción de leche y ello afecta sus crías.

Entonces, ¿Qué darle de comer a mi ganado?

En Ibagué, Tolima, existe una compañía familiar con 12 años de tradición que produce un aliemento probiótico para ganado bovino y ahora caballos. Este alimento, según los rendimientos auditados por la propia compañía, triplica la producción en leche y mejora hasta en 10 puntos la eficiencia reproductiva del animal.

Armando Ayala, gerente general de Nutrafor, explica que el alimento probiótico en animales de granja entra como una apuesta competitiva en el mercado al incrementar la producción y, a su vez, con un precio más bajo.

"Nosotros lo que hacemos en nuestra empresa no es un alimento para el ganado, sino una ayuda para que nosotros, los humanos, nos alimentemos de forma saludable. En la manera en que alimentemos al rumiante, esos nos van a dar carne o leche de condiciones muy naturales, muy saludables y que eso finalmente es lo que se busca con nuestros productos", empieza Ayala.

Es un proceso no peletizado

El proceso de preparación de la harina se hace en un montaje técnico pero no se industrializa. "Tenemos una planta con un montaje técnico, como lo exige el ICA, pero es una mezcla que no se peletiza porque nuestros componentes, que son orgánicos, no resisten a este proceso. Tenemos un proceso de producción industrial, en donde se integran todas las melazas y las sales, para que se integre como una granola, pero sin quitarle las propiedades orgánicas".

Rendimientos

Con este alimento, según explican desde Nutrafor, se incrementa 30% en la producción de leche de ganado bovino. "Tenemos rendimientos de hasta 10 puntos en la reproducción; ganaderías que tienen el 60 pueden llegar hasta el 70, o más. Tenemos ganaderías que utilizan el producto con 85% de eficiencia reproductiva, y el promedio de una ganadería nacional está en 50%. Y 30 puntos en reproducción son 30 terneros si tenemos 100 vaquitas", explica el directivo de la empresa.

Además de ser un alimento para el cuidado del ser humano, se tiene en cuenta que se hace a partir del "respeto" por la alimentación del rumiante. "El usar productos pro bióticos que estén específicamente diseñados para mejorar la eficiencia del rumiante, es lo que hace que el animal sea más eficiente", complementa.

Y, añade, que la la calidad de la carne o la leche que produzca el rumiante dependerá grandemente de la alimentación. "Ahora nos hemos dedicado a producir alimentos, sin tener en cuenta el animal que estamos alimentando. Hay que tener un respeto por el rumiante", sigue el propietario de Nutrafor.

Material fertilizante a corto plazo

El uso de este probiótico en los alimentos también alude a la integración más rápida del estiércol en el suelo para el escarabajo y la lombriz. "Tenemos mediciones en que el tiempo que se descompone la materia orgánica del ganado que se alimenta con productos probióticos vs los que no, y hay bostas que quedan momificadas durante meses hasta que no se incorporan en el suelo. Con Nutrafor, una posta en ocho a 10 días ya está totalmente integrada", termina de explicar Hayala.

¿Cuánto vale Nutrafor?

Un bulto de levante, que es el regular para el ganado bovino, está en el mercado por $90.000. "Esto es $90.000 con minerales orgánicos, es decir que el ganadero ya no tiene que usar sal mineralizada. Pero si lo comparamos con una sal con proteínas de $150.000 vs un producto de 40 kg que vale 90.000, es más beneficioso que además de ser orgánico, es competitivo en el mercado", cierra.