El uso de drones para garantizar productividad en la agricultura en época de sequías
Una investigación liderada por el profesor Enrique Alejandro Torres Prieto, líder del semillero "uso y manejo eficiente del agua en la agricultura", de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), sede Palmira, está desarrollando un proyecto de drones para garantizar la productividad de la agricultura en épocas de sequías.
El uso de drones permite realizar seguimientos a las vegetaciones y así poder obtener el coeficiente de cultivo que se entregará a través de un paquete tecnológico a cada agricultor, una herramienta que le permitirá incrementar su margen de ganancia y mejorar la productividad.
Según Torres Prieto, el uso de la teledetección como ayuda para determinar las necesidades hídricas se ha venido aplicando en países áridos y semiáridos desde los años 70. Sin embargo, esta tecnología, que hace uso de imágenes de satélite para su desempeño, no puede ser utilizada en los trópicos, debido a la cantidad de nubes y precipitaciones que existen.
En el proyecto usan diferentes técnicas como drones con cámaras multiespectrales, una herramienta que logra ver en longitudes de onda, lo que no es capaz de observar una cámara convencional o el ojo humano.
“Utilizando drones estamos sacando índices de vegetación y con ellos estamos estimando los coeficientes de cultivo para poder utilizar esa metodología de las necesidades hídricas. Todo esto para llegarle al agricultor y darle un paquete tecnológico que le permita aplicar el agua necesaria para su cultivo”, aseguró el docente.
Por medio de una publicación científica, se hará entrega de los coeficientes al agricultor, además de otorgar un paquete tecnológico de riego que cuantifique cuánta agua necesitan sus cultivos. Esto no significa que el agricultor no riegue, sino que en muchos casos riega con conocimientos empíricos que a veces fallan. La meta de este proyecto es acercar al agricultor a una metodología que sea rastreable, que no dependa de una persona.
Este semillero de investigación busca que cualquier agricultor pueda saber las cantidades precisas de riego, cuánta agua debe aplicar y cada cuánto, con el objeto de que no le reduzca su producción o que desperdicie los recursos hídricos. Su fin es lograr que la investigación les permita llegar a la comunidad con un paquete completo para el agricultor, que permita incrementar productividad y reducir costos.
“Si nosotros no mejoramos esos paquetes no vamos a ser competitivos y el margen de ganancia del agricultor será muy bajo o incluso puede quebrarse, esto tiene implicaciones económicas negativas”, indicó.
En otros países, como en España, existen compañías que, a muy bajo costo por hectárea, asesoran a los agricultores con sus cultivos. Esa es la aspiración del proyecto, lograr que una empresa tome la investigación y ofrezca una salida tecnológica en el país. “Es muy difícil que un agricultor ponga una estación meteorológica y haga sus cálculos, que cuantifique al final cuánto tiempo tiene que prender su sistema de riego, que conozca en qué estado está el cultivo, o el coeficiente de cultivo que tiene que utilizar ese día. Es más fácil que alguien lo asesoré”.
El proyecto gira en torno a tres dimensiones: la parte socioeconómica, productiva y ambiental. Buscan que los agricultores incrementen su margen de ganancia, su capacidad y nivel socioeconómico y aproveche el recurso hídrico, reduciendo sus impactos ambientales y ajustándose a un buen uso de los recursos naturales.
El semillero ha venido trabajando con estudiantes de pregrado de ingeniería agrícola de la Unal. Como objetivo futuro, quieren que este semillero ayude a algunos agricultores a través de sus estudiantes. Torres aseguró que, "para poder plantear un proyecto que les permita obtener fondos y tener un mayor impacto, buscan la asociación de grupos de agricultores y asociaciones que permitan financiar el desarrollo y la entrega de los paquetes tecnológicos".