Venta disfrazada de adopción, una problemática que afecta la tenencia de mascotas
Aunque la adopción de animales es una forma de mitigar la presencia de perros y gatos deambulando en las calles, algunos sitios, que se autodenominan fundaciones, no cuentan con las condiciones óptimas para cuidar y amparar de estos animales, lo que conlleva no solo a que su calidad de vida disminuya rotundamente, sino que se haga una venta "disimulada" a través de una adopción, en la que se entregan a los animales en circunstancias adversas de salud.
La tenencia de una mascota implica una decisión racional en la que se deben tener en cuenta todos los aspectos que le otorguen una calidad de vida idónea al animal. Una adecuada alimentación, condiciones de vivienda digna, chequeos médicos, y demás requerimientos que vaya necesitando el animal con el transcurso de los años, son algunos de ellos.
Aunque la mayoría de las fundaciones cuentan con un procedimiento minucioso en el que se incluye un perfilamiento, entrevistas, visitas a los hogares, monitoreo y acompañamiento, entre otros elementos que aseguren una adopción responsable, varios lugares que se hacen pasar por fundaciones solo exigen el diligenciamiento de un formulario para la entrega del animal, lo que suscita que la tasa de abandono y maltrato animal se intensifique.
“Muchos sitios lo hacen de forma irresponsable, y esto lo que acarrea a largo plazo es que aumenten los animales en situación de calle, porque el objetivo de hacer un proceso de adopción responsable es que sea una decisión racional y no emocional”, destacó Laura Rodríguez, fundadora y directora de la fundación Mil Bigotes.
Para Rodríguez, la mayoría de jornadas que se hacen en parques, o en aquellos lugares que hacen procesos de adopción sin ningún tipo de tratamiento previo del animal, constituye una venta disfrazada de adopción, ya que solicitan dinero para efectuarla y los animales que entregan se encuentran en condiciones malas de salud, por lo que algunos de ellos mueren al poco tiempo.
“Muchas de las jornadas que hacen, donde solo basta llenar un formulario, entregar una plata para la entrega del animal, constituyen una venta más que una adopción, porque no se está siendo consciente de la responsabilidad que está adquiriendo, solo diligencia información que piden que no tienen ningún proceso de validez”, resaltó Rodríguez.
Lo que hacen estos sitios es recoger a los animales y como están los entregan. No hay alguna intervención por parte de los rescatistas hacia el animal. “Si usted hace eso no debería pedir un dinero a cambio, porque no está interviniendo al animal, sino recogiéndolo de la calle y entregárselo a la persona tal cual está”, precisó.
Las condiciones en las que se encuentran estos animales radican en su tenencia en jaulas pequeñas, donde hacen sus necesidades, lo que genera una proliferación de bacterias que, finalmente, solo le desencadenará al animal una serie de enfermedades que lo llevaran a su muerte, si no se trata de manera oportuna.
Para mitigar este problema es fundamental adoptar en sitios responsables, además de ir a los lugares para observar el estado en el que tienen a los animales. Aunque actualmente no hay algún tipo de control frente a ello, es importante que las personas denuncien estos casos.
“A pesar de las denuncias que se hacen en redes sociales y en la Fiscalía, muchos de los lugares siguen operando normal y no han obtenido ninguna multa. Sin embargo, es importante que las personas denuncien porque dejan el precedente. Puede que no pase nada, pero dejan el radicado, y ya con ese radicado se puede hacer más presión”, concluyó Rodríguez.