Perros educados se logran con jornadas de entrenamiento semanal
Si rasguña el carro, es intenso con la visita, no se deja peinar o es obsesivo con los objetos, no se desgaste regañándolo por que él no entenderá el por qué de su mal genio.
Busque la ayuda de expertos para que así pueda mejorar la relación con su hijo de cuatro patas.
Más de $300.000 cobra Juan Carlos Quevedo, gerente y propietario de Ingenio Canino, por trabajar en nueve objetivos de comportamiento o comandos que les permitirá alinear las necesidades del amo y el animal, que según Quevedo será más obediente después de haber tomado el curso.
El servicio se ha vuelto tan solicitado que al mes Ingenio Canino está recibiendo un promedio de 15 pacientes peludos que requieren de intervención profesional en Bogotá.
Cinco menos está atendiendo Juan Carlos Guerrero, líder de entrenadores de perros Colombia, quien aseguró que convivir con los perros por un mes en su casa campestre en Chía y prestarles atención personalizada es la manera más eficiente de ponerle fin a la mala educación de estos clientes.
El Beagle es una de las razas que representa mayores retos al momento de iniciar un proceso de reeducación pues su carácter cazador y libre, contrasta con la imposición de reglas.
Contrario a esto el Borde Collie, reconocido por su inteligencia, logra adaptarse muy rápido a los cambios. Sin embargo Guerrero explicó que se puede trabajar con cualquier raza y que un proceso de este tipo mejorará el estilo de vida de la familia.
También agregó que los problemas de agresividad que pueda presentar la mascota son provocados por el humano, que deberá participar activamente del curso para obtener herramientas que le permitan romper el foco con técnica cuando el animal quiera atacar.
Pasearlo le hace bien a su salud
Estudios como el que hizo la especialista en ejercicio Cindy Lentino, para la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington, evidencian que quienes no tienen perros son más proclives a sufrir enfermedades como la diabetes y la obesidad. Por el contrario, quienes salen a caminar con sus mascotas, tienen menores índices de masa corporal (IMC) y reducción en síntomas de depresión severa.