Los puntos positivos y negativos de pagar medicina prepagada para las mascotas
Tener una mascota es una decisión de vida que, entre otras cosas, acarrea unos gastos económicos considerables, especialmente cuando se enferman.
Los costos asociados a los cuidados médicos muchas veces resultan inesperados y, en algunas ocasiones, pueden superar los $2 millones. Por ejemplo, se estima que en Colombia una noche de hospitalización cuesta entre $90.000 y $150.000, mientras que el precio de una cirugía, dependiendo su nivel de complejidad, puede oscilar entre $500.000 y $2.5 millones.
Ese panorama ha llevado a que cada vez más compañías y aseguradoras ofrezcan servicios de medicina prepagada para las mascotas, pues el consumo y disposición al gasto, crece año a año; y especialmente para perros y gatos, en diferentes modalidades.
Por ejemplo, el servicio de asistencia Laika Vet Care, de la aplicación Laika, funciona bajo la modalidad de reembolsos hasta por $1 millón. La ventaja de ese esquema es que permite que los propietarios lleven a sus mascotas al veterinario o clínica de su preferencia, pero puede resultar inconveniente si no se cuenta con la disponibilidad económica total en el momento de la emergencia. El plan mensual para perros en la aplicación tiene un costo que inicia en $31.000, y ofrece, entre otros, consultas veterinarias telefónicas ilimitadas.
Por su parte, el PetPlan Salud de la Clínica Raza ofrece servicios en salud en caso de emergencias, además servicio de urgencias en cinco sedes en Bogotá, y hasta 12 consultas médicas al año.
Estos servicios, sin embargo, también cuentan con detractores, que creen que hacer de la atención en salud para las mascotas un negocio juega en contra de la atención que reciben.
Puntos positivos
- Organización de las finanzas personales. Una cirugía, o el tratamiento de cualquier enfermedad, puede llegar a ser sumamente costosa, lo que puede resultar fácilmente en un descuadre financiero. Tener un seguro de medicina prepagada pensando en estos casos permite hacer una adecuada planeación financiera y evita que se incurra en gastos muy altos que no están presupuestados.
- Acceso a médicos veterinarios. Muchas personas no tienen un veterinario de confianza, por lo que no sabrían a quién acudir en caso de necesitarlo. El seguro, entonces, garantiza el acceso a varios especialistas para las mascotas.
- Cobertura de servicios. Bastantes seguros para mascotas, además del veterinario, incluyen el acceso a una variedad de servicios adicionales, como los servicios funerarios, en los que nadie quiere pensar pero eventualmente hay que usar.
- Atención en otras ciudades. Quienes viajan con sus mascotas no están exentas de tener una emergencia fuera de la ciudad donde está su veterinario de cabecera. Los seguros, entonces, garantizan que las mascotas van a tener atención oportuna, incluso de viaje.
- Cuidados de enfermedades. Cuando una mascota es diagnosticada con una enfermedad crónica requiere tratamientos prolongados o varios medicamentos, cuyo valor está cubierto por algunos seguros.
Puntos negativos
- Tiempos de espera. Las horas e incluso días para la atención a través de un seguro pueden ser más largos que si se consulta directamente a un veterinario. Esto, especialmente en el caso de las urgencias o cirugías, puede ser problemático.
- Enfermedades preexistentes. A veces las mascotas tienen enfermedades preexistentes que desconocemos y, cuando se necesita un tratamiento, puede que la prepagada no lo cubra por cuenta de esa condición.
- Continuidad y seguimiento. El acceso a varios médicos puede suponer también una desventaja, en la medida que dificulta la posibilidad de que un solo veterinario haga el seguimiento de la mascota, especialmente en tratamientos largos.
- Varios tipos de seguros. Para una persona que tiene varias mascotas, el pago de varios seguros puede resultar más costoso que el de la atención de una emergencia, en la medida que es poco probable que todas se enfermen simultáneamente.
- No saber quién responde. Al momento de una emergencia médica o accidente, muchas personas prefieren llamar a su veterinario de confianza, que conoce su mascota. En ese caso, entonces, asistir a una clínica de urgencias, donde no se conocen los médicos de turno, puede ser incómodo.