Los puntos claves del Distemper, el brote que tiene en riesgo la salud de los perros
Una nueva especie de “pandemia” llegó, pero para los caninos. Se trata de la enfermedad distemper, que tiene en alerta roja a ciudades como Bogotá por el alto riesgo que representa a la salud de los caninos y la probabilidad de que se desencadenen contagios masivos.
La Unidad de Cuidado Animal (UCA) del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) ha identificado un aumento en los casos de caninos contagiados con distemper, una enfermedad con altas tasas de morbimortalidad, y que, en su naturaleza, puede mutar.
En el último reporte, la Unidad de Cuidado Animal presentó 178 casos positivos por este brote. Sus formas de transmisión son a través de secreciones, aerosoles (gotículas de saliva expulsadas por ladridos o estornudos), orina y heces.
Frente a esto, la recomendación más importante, para combatir esta enfermedad en las mascotas, es que estas tengan completos los esquemas de vacunación. Además, los expertos aconsejan limpiar las patas y el hocico de los perros con agua jabonosa o pañitos de uso veterinario, cuando estos regresen de dar su paseo en los parques.
Para entender más sobre esta enfermedad, en la que su particularidad en síntomas es el moquillo en los perros, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal lo explicó.
“El distemper canino (moquillo) es un virus altamente contagioso con altas tasas de morbimortalidad, y que en su naturaleza, puede mutar. Es un virus de distribución mundial, que tiene incidencia en todos los perros, aunque hay grupos especialmente vulnerables como los cachorros o los gerontes (adultos mayores). La velocidad de transmisión aumenta especialmente en poblaciones grandes y vulnerables. Adicionalmente, en los últimos meses se han presentado nuevos casos del virus en zorros y mapaches, de acuerdo con lo notificado por Cortolima”.
El alto riesgo de que esto se vuelva verdaderamente una pandemia canina, ha causado que el Instituto se haya visto obligado a recurrir a la “aplicación de la eutanasia humanitaria”, como última alternativa a los animales positivos, para reducir la propagación.