El proceso de luto al que se enfrentan los animales cuando otro de su especie fallece
Las mascotas son más que animales que nos acompañan en todos los momentos de nuestra vida; son seres que experimentan alegría, pero también estrés, ansiedad y tristeza. En este sentido, cuando perciben la pérdida de alguno de sus compañeros, enfrentan el luto, que varía de acuerdo al nivel de vinculación afectiva, temperamento y otros aspectos que configuran el comportamiento de la mascota, pero ¿Cómo se manifiesta el luto y cómo podemos ayudar a nuestras mascotas a superarlo?
En primer lugar, las mascotas empiezan a percibir cambios desde la ausencia hasta los cambios de rutinas, corporalidad y gesticulación de sus tutores o tenedores. Así, de acuerdo con la médica veterinaria Catalina Polo, es importante estar atento a los cambios en el comportamiento que pueda tener su mascota después de una pérdida, pues suele presentarse aislamiento social, cambios en los patrones alimenticios, inquietud, momentos en los que orinan o defecan en sitios que no son comunes, vocalización, agresividad, conductas destructivas e hiperactividad.
También es importante mencionar que estos periodos no se experimentan únicamente con sus tenedores o sus personas más cercanas, pues en familias multiespecie que tengan más de un animal de compañía, se puede presentar entre ellos. Por esto, muchas veces cambian su actitud y rutinas si pierden a otro animal con quien tengan una relación estrecha. Esto, de acuerdo con National Geographic, se debe a que al convivir mucho tiempo con otro animal, se tienden a coordinar rutinas. Además, esta alteración puede hacer que los animales no perciban peligro en su entorno.
Para Catalina, la mejor manera de acompañar a su mascota en estos momentos es brindando soporte emocional, sin hacerle sentir obligado o presionado. Por esto, es importante mantener la rutina estable, los espacios y objetos en el mismo lugar y no demostrar un exceso de atención. Además, tal como un humano, deberían tener su tiempo y espacio para vivir las emociones; por tanto, como tenedor, lo que debería buscar no es la desaparición de la emoción, sino el tránsito empático de esta. Si es necesario, busque acompañamiento de profesionales, y recuerde que el duelo no se supera con el reemplazo.