La leucemia felina: un alto riesgo al que se exponen los felinos y que no tiene cura
La leucemia felina (FeLV) es uno de los virus con mayor impacto sobre la salud de los gatos a nivel mundial. Se manifiesta con anemias severas y aparición de tumores, y llega a afectar a todo tipo de felino. Causa varios problemas en su salud y puede provocar incluso su muerte.
¿Qué deben saber quienes tienen gatos en sus hogares?
Es una enfermedad contagiosa, puede transmitirse por la saliva o secreciones nasales. Así que en actividades tan comunes como acicalarse, compartir plato o lamer una herida pueden estar expuestos. También se pueden infectar mediante contacto directo con contacto directo con orina o excrementos.
De acuerdo con AntiCura España, los síntomas que puede presentar su mascota son fiebre, pérdida del apetito, pérdida de peso, deterioro y pérdida del pelaje, infecciones en la piel y en las vías respiratorias, mala recuperación de enfermedades, anemia y alteraciones gastrointestinales. Debe estar atento a cualquiera de estos síntomas, pues en algunos casos pueden llegar a desarrollar cáncer.
Los gatos pueden tener diferentes respuestas a su exposición al virus. Si bien existen los que tienen una respuesta inmunitaria eficaz y lo eliminan, también existen los que tienen una respuesta inmunitaria parcialmente eficaz que desarrollan una infección regresiva.
Aunque es posible controlar la enfermedad, no hay una cura. La prevención es vital, y comienza con la vacunación, que a pesar de no proteger en su totalidad, si reduce el riesgo de infección. También es importante evitar que tengan contacto con animales infectados, y estar muy atento a los entornos en los que se desenvuelve.