Estas son algunas de las enfermedades que pueden afectar las orejas de sus mascotas
Se entiende por enfermedades en las orejas de perros y gatos aquellas que, en general, provocan inflamaciones en el conducto auditivo. En este aspecto, la más común es la otitis, y es importante tener en cuenta que su origen puede variar. Si usted quiere llevar a cabo un tratamiento para curar a su mascota, el primer paso debe ser determinar de dónde provino la enfermedad.
Según el coordinador veterinario de Laika, Carlos Ortíz, el examen más apropiado para determinar el origen de la otitis es una citología de oído, que consiste en tomar un hisopo e impregnar el material del oído interno sobre una lámina. “Con ese material se hace una lectura que determina la enfermedad que se va a combatir y qué es lo que está afectando al animal”, destacó.
A su vez, la médica veterinaria de la U. de La Salle, Natalia Plazas, destacó que la causa más común de las otitis es una levadura llamada malassezia, que normalmente vive en la piel de los perros. “En estos casos, la levadura empieza a crecer más de lo normal, y es cuando se vuelve patógena, ocasionando la otitis”, agregó.
La malassezia puede volverse patógena cuando el oído de los perros permanece húmedo después del baño, por alergias que generan rascado o por problemas endocrinos, como hipotiroidismo, que la hacen crecer en exceso. También, puede manifestarse por exceso de pelo en el conducto auditivo o por la presencia de pólipos.
Ortiz también comentó que otros agentes causantes de la otitis son los otohematomas, que se producen por una sacudida fuerte y frecuente de la cabeza del animal debido a la comezón. Esto provoca que los capilares se rompan por dentro y acumulen sangre dentro de la oreja.
Plazas subrayó que los perros de orejas caídas son más propensos a desarrollar otitis porque la temperatura es más húmedas y caliente, lo que favorece la aparición de levaduras y bacterias.
En cuanto a los tratamientos, existen dos opciones básicas para erradicar la otitis. El primero es el profiláctico, que le apunta a la prevención y se basa en productos enfocados en la limpieza de oídos para retirar el exceso de cera.
Si bien se pueden utilizar por tiempo indefinido, se recomienda la realización de limpieza una o dos veces a la semana tanto en perros como en gatos, sobre todo cuando no hay un problema indicado.
Cuando la enfermedad ya está establecida, hay otros productos que ya están indicados, pero requieren la indicación de un médico veterinario, que normalmente aconseja su uso durante periodos de 7 a 10 días.
Síntomas de las enfermedades
Irritación en las orejas
La parte interna del conducto auditivo sufre un cambio de coloración, adquiriendo un tono rojizo acompañado de inflamación. Esto hace que el animal comience a rascarse con sus miembros delanteros.
Mal olor en las orejas
El rascado del animal provoca heridas en el oído interno, llevando a un sangrado que, mezclado con el exceso de cerumen en el conducto auditivo, puede generar una secreción color marrón.
Presencia de cerumen
Como producto de la otitis, el animal también puede tener exceso de cerumen en el conducto auditivo. Este puede ser de color oscuro, negro o amarillo, con presencia de sangre, lo que provoca un olor.
Dolores fuertes
En algunos casos, cuando la otitis llega a una fase crónica, el dolor puede ser tan fuerte que a veces se percibe sin necesidad de levantar la oreja del animal. Puede venir con decaimiento y fiebre.
Sacudir e inclinar la cabeza
Es uno de los más comunes, sobre todo en los perros, que suelen ladear la cabeza hacia el lado donde tienen la otitis y a mirar de medio lado. En casos muy fuertes, pueden empezar a perseguir su cola.
Más común en perros
Ortíz manifestó que los problemas del oído son más comunes en perros que en gatos. “Lo que se puede originar en los gatos es que se den problemas como la sarna otodéctica, que es una sarna propia del animal y se presenta con frecuencia en las orejas”. En esta misma línea, Plazas añadió que el perro es más propenso a contraer otitis debido a la frecuencia con la que se bañan, que puede ser cada 15 días o cada mes. “En los casos de los gatos, pasa cuando los bañan y les dejan agua en el conducto auditivo o porque lo acabaron de rescatar y tiene un ácaro que se llama otodectes, que es el agente más común de otitis en los felinos”, concluyó.