Estas serían las razones de por qué su mascota se parece a usted, de acuerdo con la ciencia
Desde hace mucho tiempo, la idea de que las mascotas tienen el reflejo de los rasgos de sus dueños viene tomando fuerza. Recientes investigaciones demuestran que este pensamiento no solo se trata de una percepción social, pues existe una conexión real, que se encuentra respaldada por la psicología y la biología, que explicaría las razones detrás de por qué muchos perros y sus familias terminan compartiendo mucho más que afecto, sino también comportamentales y hasta características físicas.
En primer lugar, existe una inclinación inconsciente a elegir lo familiar, lo cual hace que las personas se sientan atraídas por las mascotas que resultan ser reconocidas, ya sea por su apariencia o por su energía. De acuerdo con los estudios, el ejemplo más común es que las personas que suelen tener perros que tengan orejas largas, mientras que quienes los tienen cortos prefieren razas con orejas más pequeñas.
Aunque es importante destacar que este parecido no solo se puede limitar al aspecto físico, ya que los expertos señalan que las personalidades tanto de los perros como de los dueños tienden a sincronizarse. De hecho, rasgos como ser extrovertido o los que no son tan positivos, como la ansiedad, tristeza, ira o culpa suelen coincidir, y se intensifican cada vez que la convivencia avanza. Esto significa que una persona que sea extrovertida suele tener un perro sociable; en este mismo sentido, una persona que sea ansiosa puede estar acompañada de un perro nervioso.
Por otro lado, los perros suelen convertirse en grandes aprendices de los hábitos humanos, ya que tanto los horarios, las reacciones y los comportamientos son adquiridos por los animales de compañía gracias a la capacidad que estos tienen de leer el lenguaje corporal de las personas. Este aprendizaje mutuo permite fortalecer mucho más la conexión emocional entre ambos, reforzando la sensación de que son bastante parecidos.
No obstante, incluso la mirada en esta relación puede jugar un papel crucial, debido a que diversos experimentos demostraron que tanto los ojos de los dueños como los de los perros logran sincronizarse de manera más frecuente. Esto sugeriría que la mirada puede ser un elemento revelador y distintivo propio de esta similitud. Aunque algunas de estas investigaciones se enfocaron exclusivamente en los perros, este fenómeno también se podría desarrollar en otras mascotas como los gatos, aunque con menos intensidad.