Este es el impacto psicológico y físico que puede traerle el cautiverio a algunas aves

Según datos de la Asociación de Defensa de Derechos Animal, alrededor de seis millones de especies se encuentran en estado de cautiverio en todo el mundo. Algunas de las actividades para las que se usa esta práctica es la distracción humana o lo que se conoce como los zoológicos. La misma entidad también expone que menos de 10% de las especies en cautiverio están en peligro de extinción.

Esta una práctica que, además de la distracción humana, ocurre para la comercialización de animales exóticos en el mercado negro. Los loros y guacamayos son unas de las especies más afectadas por este fenómeno, debido a su gran atractivo para las personas. Sin embargo, esto puede traer serias repercusiones físicas y psicológicas en la vida de estos animales.

Los loros se consideran como unas de las aves más inteligentes del mundo y están hechas para vivir en condiciones cálidas y rodeadas de árboles. Esta vida silvestre les ofrece una dieta que no puede ser reemplazada mientras están en cautiverio, por eso, una de las consecuencias más comunes se da frente a la desnutrición.

Uno de los efectos más notorios es el maltrato que se le da a sus alas, los captores suelen cortarles las plumas para que no puedan volar y este es un problema muy difícil de corregir. También se presenta un crecimiento fuera de lo normal con relación al pico y las garras de sus patas, ocasionando malformaciones.

En cuanto al impacto psicológico que el cautiverio tiene en este tipo de aves, esto se puede notar directamente en un cambio de comportamiento. Una larga convivencia con los humanos hace que estas adapten el uso de las palabras que todos conocemos. Aunque esto puede ser atractivo para las personas, no es conveniente para estas especies, ya que no pueden volver a su espacio natural porque pueden afectar la acústica en su entorno.

Claramente el estrés es una respuesta que se presenta en estas aves debido a la convivencia permanente con otras personas y al encierro al que las jaulas las someten. Esta problemática puede repercutir en la aparición de enfermedades o algunos problemas médicos que pueden ser mortales para las especies.