Los tratamientos genéticos en los caballos han expandido el negocio en el país
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Los tratamientos genéticos en los caballos han expandido el negocio en el país

El caballo ha avanzado en los últimos 20 años y se ha multiplicado el número, gracias a la inseminación artificial o la transferencia de embriones.
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Y es gracias a la labor que realiza la Federación Nacional Colombiana de Asociaciones Equinas, Fedequinas, los tratamientos genéticos pueden llevarse con éxito en el país, ya que la organización maneja y regula los registros genealógicos de los caballos de paso colombiano que están registrados.

De esta forma, “en el momento en el que un criador quiere adquirir un ejemplar o hacer un cruce, puede acceder a los registros y seleccionar las mejores cualidades”, como el color del pelaje del caballo, la alzada, las pintas en el cuerpo, entre otros rasgos, dijo Juan David Escobar, veterinario especializado en temas equinos.

Pero este no es el único beneficio. Con estos tratamientos, que se extienden a los métodos de reproducción, (inseminación artificial y transfusión de embriones), el semen de un potro para la reproducción puede se transportado hasta una hembra destinada a ser madre, a distancia, para fecundar el embrión.

“El caballo ha avanzado en los últimos 20 años y se ha multiplicado el número, gracias a la inseminación artificial o la transferencia de embriones. Eso ha permitido que las cualidades de un ejemplar se desplacen a kilómetros de distancia. El tiempo y espacio ya no son un limitante para expandir el negocio”, señaló Bernardo Álvarez, veterinario especializado.

En esta línea, los avances también han permitido que no solo se fecunde a la madre donante, sino que, en caso de requerirse, el embrión sea extraído de su vientre y transferido al de una madre receptora que durante 11 meses gestará al caballo y en los siguientes siete lo alimentará.

Los movimientos también pueden ser escogidos

La medicina especializada en estos tratamientos ha comprobado que a través de la selección de rasgos genéticos, no solo se han podido mejorar los aspectos fenotípicos, como la cabeza, el cuello, el aplomo y las pintas, sino que también se ha podido influenciar en los movimientos del caballo, como su temperamento, el brío, la cadencia y el ritmo, entre otros aspectos. Cabe mencionar que es vital tener en cuenta estos elementos en la selección genética, ya que durante la participación en las exposiciones, los jueces evalúan estos rasgos, así como el adiestramiento que tenga el ejemplar.

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