La sanidad porcícola nacional está estable pero no tanto como pretende el gremio
Es así como el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) además de las actividades de vigilancia epidemiológica encaminadas al control y erradicación de la enfermedad, sigue trabajando en programas de suprimir la peste porcina clásica, a través de la aplicación del biológico, controles de movilizaciones y reconocimientos de las zonas libres.
José Darío Mogollón, profesor de la facultad de medicina veterinaria y zootecnia de la Universidad Nacional sostiene que a pesar de que los programas de salud y vacunación que se adelantan en el país son compatibles con los estándares internacionales, se requieren de sistemas de vigilancia más activos para que la producción no se vea afectada.
“En los últimos 15 años han ingresado enfermedades emergentes como el virus de influencia porcina, el síndrome respiratorio y reproductivo porcino, diarrea epidémica y el circovirus porcino”, explica el académico.
De la diarrea epidémica no se conoce su origen, pero se ha propagado a Estados Unidos, México, Canadá y Colombia, afectando a regiones como Cundinamarca, Huila, Santander y Bogotá.
En cuanto a la fiebre porcina, dice Luis Carlos Veloza, docente y experto en porcicultura, que el país está libre del virus, lo que refleja un buen momento, ya que esta enfermedad es la que más afecta al exportar debido a las restricciones comerciales.
Pero para llegar a este punto comercial es importante que el ganado porcino cumpla con buenos manejos en su alimentación y en sus condiciones sanitarias.
“A las cerdas en etapa de gestación se les debe aplicar la vacuna contra la colibacilosis, enfermedad del tracto digestivo que puede afectar a los lechones durante la lactancia. También hay que suministrar medicina para prevenir la parvavirus, que genera problemas reproductivos o de infertilidad”, dice Veloza.
Además, cuando están saliendo del precebo, es necesario purgarlos para disminuir la carga de parásito.
Otra de las recomendaciones que los expertos porcinos hacen es desinfectar las instalaciones (granjas o jaulas) una vez salgan los animales de allí, para que los virus que dejen no sean transmitidos a los que lleguen nuevamente. La aplicación de antibióticos en los alimentos y en la granja para dispersar el problema también es clave.
Estos cuidados permiten hacer mayor control a algunas enfermedades.
70% de la producción está libre de peste.
Según Carlos Maya, presidente de Asoporcicultores, 70% de la producción está libre de peste porcina. El año pasado se suspendió la vacunación en la zona que faltaba para poder declarar gran parte del país como libre esta enfermedad sin vacunación. Sin embargo, como mecanismo de prevención se continúa vacunando en regiones como Nariño, Putumayo, Arauca, Norte de Santander y Guajira.